Los análisis y estudios sobre la seguridad alimentaria han señalado que diferentes maneras de malnutrición pueden convivir en un mismo contexto: desnutrición, deficiencias de micronutrientes y sobrepeso y obesidad. Se ha estimado que en el año 2017 unos 821 millones de personas en todo el mundo estaban desnutridas y que, a su vez, el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta aumentaban en todo el mundo en todos los grupos de población. Ningún país hasta el momento ha sido capaz de revertir el aumento en la prevalencia de obesidad una vez que se desarrolla. Por otro lado, la prevalencia del retraso en el crecimiento está disminuyendo pero de forma muy lenta.
El informe titulado “Fortalecer las políticas del sector para mejorar los resultados de la seguridad alimentaria y nutrición: sistemas alimentarios y dietas saludables” hace un estudio de los sistemas alimentarios y cómo pueden configurarse para proporcionar dietas saludables que eviten la malnutrición en sus diferentes formas. Para que las dietas sean adecuadas es necesario que los sistemas alimentarios se transformen. Es necesario adoptar un enfoque que comprenda: la producción de alimentos; manipulación, almacenamiento y procesamiento de alimentos; el comercio de alimentos; la demanda de los consumidores, la preparación de alimentos y las preferencias; y coordinar las intervenciones entre estas funciones. El contexto y cómo acceden a los alimentos las personas es importante al abordar los resultados nutricionales, ya que sirve de interfaz entre el sistema alimentario y la dieta de una persona.
Este informe pretende ser una guía que oriente los pasos a seguir para transformar los sistemas alimentarios haciendo que garanticen dietas saludables. El estudio pretende abordar todas las formas de malnutrición, por ello se presta también atención a las políticas del sistema alimentario que afectan al sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles, ya que su prevalencia está aumentando rápidamente en la mayoría de los países del mundo.
El informe propone un enfoque gradual para lograr un sistema alimentario saludable. A través de la evidencia y de las bases de datos existentes se identifican los desafíos del sistema alimentario y de nutrición de un país:
- Primero se debe realizar un análisis y evaluación del sistema alimentario del país, analizar cómo funciona y realizar una comprensión más clara de la naturaleza del sistema alimentario, su impacto y sus resultados dietéticos asociados (bajo peso, deficiencia de micronutrientes, sobrepeso / obesidad y enfermedades no transmisibles).
- El siguiente paso es llevar a cabo un mapeo de las políticas actuales que afectan a las dietas, para detectar posibles vacíos.
- Después se deben que identificar cuáles son las mejores opciones políticas del sistema alimentario para mejorar la salud y la dieta y abordar la malnutrición en todas las formas.
- Y por último hay que hacer una comprensión más profunda de los elementos críticos que afectan al cambio político y evaluar la viabilidad de implementar las opciones políticas que se han planteado, estableciendo qué oportunidades existen para transformar las políticas.
En el informe se incluyen casos de estudio llevados a cabo en Reino Unido, México, Brasil y Singapur, para explicar algunas de las fases.
Un enfoque de sistemas alimentarios es necesariamente amplio, pero los procesos que se analizan en el estudio pueden servir de soporte para generar consenso sobre las acciones prioritarias para promover dietas saludables.