La confluencia sobre los sistemas alimentarios de los impactos de la pandemia, el cambio climático, las devaluaciones monetarias y el encarecimiento del petróleo, junto con el impacto de la guerra de Ucrania, están afectando a la disponibilidad y accesibilidad económica a los alimentos, dado su efecto sobre la formación de precios.
A partir de lo aprendido en la crisis alimentaria de 2008, la directora gerente de Políticas de Desarrollo y Asociaciones del Banco Mundial señala cuatro prioridades que se deberían tener en cuenta para hacer frente a la crisis de precios de los alimentos.