El Foro Mundial de la Alimentación, lanzado en 2021, es una red global independiente, dirigida por jóvenes, facilitada por la FAO, cuyo objetivo es desencadenar un movimiento global que empodera a los jóvenes de todo el mundo para que den forma activa a los sistemas agroalimentarios para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) y un mejor futuro alimentario para todos. Actúa como una plataforma importante de la juventud en la gobernanza alimentaria mundial y sirve como un think tank global que fomenta soluciones lideradas por jóvenes en innovación, ciencia y tecnología.
En lugar de aprovechar el inmenso potencial de impacto positivo que tienen los sistemas alimentarios, estamos permitiendo que causen estragos en nuestro clima y entorno. Los sistemas agroalimentarios representan más del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero causados por los humanos, el 90 % de la deforestación global y el 70 % del uso del agua a nivel mundial, y son la mayor causa de pérdida de biodiversidad terrestre.
La transformación de los sistemas agroalimentarios puede ser, y debe ser, una parte central de la solución climática global. Puede acelerar significativamente la acción climática y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al crear sistemas agroalimentario eficientes, inclusivos, resistentes y sostenibles, podemos mitigar y adaptarnos al cambio climático, aumentar la biodiversidad y restaurar los ecosistemas, al tiempo que garantizan la seguridad alimentaria y una mejor nutrición a través de sistemas agrícolas que permitan y mantienen dietas saludables, y un futuro más equitativo para todos.
Para impulsar un cambio real y sostenible, debemos responder a las necesidades y desafíos locales, mientras apoyamos e implementamos soluciones sostenibles que podamos amplificar y ampliar, desde la producción hasta el consumo. Por ejemplo, la producción sostenible de alimentos, la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos, la gestión sostenible de los bosques y el agua, la restauración del paisaje, la reducción de la deforestación, la gestión sostenible y la restauración de ecosistemas con alto contenido de carbono (como turberas, humedales, pastizales, manglares y bosques), recuperación de suelos degradados y programas educativos para ayudar a los consumidores a tomar decisiones que sean tanto saludables como respetuosas con el medio ambiente.
Este ha sido el foco de atención del tercer Foro Mundial de la Alimentación, que ha reunido a más de 5.000 personas en la sede de la FAO y 20.000 espectadores en línea. En el transcurso de cinco días, el Foro contó con más de 200 actos que pusieron el foco en los grandes temas de la participación de los jóvenes, las inversiones y el papel de la ciencia y la innovación en los sistemas agroalimentarios.
Una joven activista por el clima, de 12 años de edad, enviada especial del Presidente de Timor-Este, subrayó la necesidad acuciante de que los países desarrollados dediquen menos dinero a las guerras y más a los problemas que asolan el mundo, como el hambre, la educación y el cambio climático. Puso de relieve la interconexión entre la naturaleza, la seguridad alimentaria y nuestro futuro, urgiendo a los gobiernos a que abandonen los combustibles fósiles. Instó a actuar de inmediato para prevenir el daño a las generaciones venideras y defendió los derechos básicos a un aire limpio, agua potable y un planeta limpio.