La crisis climática está afectando de forma alarmante a millones de agricultores y agricultoras familiares en el mundo. Las frecuentes e intensas sequías, inundaciones, ciclones tropicales, tormentas, olas de calor, la subida del nivel del mar, el deshielo de los glaciares y el calentamiento de los océanos, entre otros, están destruyendo medios de vida y comunidades, y poniendo en serio riesgo la sostenibilidad de los sistemas alimentarios.
A través de un proceso participativo e inclusivo, el Foro Rural Mundial ha articulado una Declaración que aboga por políticas que promuevan las prácticas sostenibles que las agricultoras y agricultores familiares ya están practicando o se han comprometido a implementar en sus explotaciones para hacer frente al impacto del cambio climático e impulsar la innovación en nuevas iniciativas de acción climática; por una participación activa en la elaboración de políticas climáticas; y por un acceso proporcional a los fondos de mitigación y adaptación. A pesar del papel crucial de los agricultores y agricultoras familiares, solo el 0,3% de la financiación pública internacional para el clima se asignó a la agricultura a pequeña escala en 2021.
Reconociendo su papel indispensable, el Foro Rural Mundial, en colaboración con el Mecanismo para Bosques y Fincas y otros agentes clave, se compromete a servir de puente para conseguir que la agricultura familiar sea incluida en las agendas mundiales sobre el clima y la biodiversidad.