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Alimentos sanos y solidaridad transformadora

El Observatorio del Derecho a la Alimentación y la Nutrición 2021 analiza la situación del COVID-19 y las iniciativas para disminuir sus consecuencias.
Fotografía de alimentos

Antes del inicio de la pandemia la cifra de personas afectadas por inseguridad alimentaria en América Latina era de un tercio de la población -191 millones-; para finales de 2020, después del inicio del COVID-19, ascendió a 20 millones más. Este informe recopila las iniciativas de las organizaciones sociales generadas en medio de la crisis que buscan promover la solidaridad y el sentimiento de comunidad en momentos de hambre y preocupación.

En este capítulo se tratan los siguientes temas:

  • Randi randi (traducido del quichua significa “dar y recibir”), trueque alimentario y solidaridad. En la actualidad, esta acción vuelve a retomar su espacio, evidenciando que en tiempo de crisis es sumamente importante la solidaridad de los pueblos dejando en un segundo plano el comercio basado en el dinero.
  • Minga (que significa: reunión solidaria de amigos y vecinos para hacer algún trabajo en común) contra el hambre: “no estamos donando lo que sobra, estamos repartiendo lo que producimos”. Ante el hambre, los miembros de las organizaciones campesinas en Brasil y Ecuador empezaron a organizar de manera espontánea acciones de solidaridad para dar alimentos a personas desempleadas, que habían sido desalojadas o que vivían en la calle. Las modalidades fueron diversas: donaciones de los productos de los campamentos, asentamientos y granjas campesinas, donaciones de canastas alimentarias, donaciones de comidas a través de cocinas populares y creación de bancos de alimentos donde se podría donar y acceder a alimentos.
  • Por último, las conclusiones, donde el informe destaca: “Queda claro que no se trata de iniciativas caritativas que buscan paliar la crisis de hambre desatada por el COVID-19 replicando relaciones sociales de dominación que fortalecen el modelo industrial y mercantilizado de producción y distribución de comida chatarra. Se trata de iniciativas autoorganizadas por productores y productoras campesinas e indígenas, y no por grandes supermercados o empresas, que están reconfigurando las relaciones de producción y distribución de alimentos de manera que se fortalezca la economía social y solidaria”

Este capítulo ha sido elaborado por Mario Gabriel Macías, director ejecutivo de Fian Ecuador; Valéria Torres Amaral, secretaria general de FIAN Brasil; Paulo Asafe C. Spinola, asesor de derechos humanos y las políticas públicas; Sofía Monsalve, secretaria general de FIAN Internacional.