Antes del inicio de la pandemia la cifra de personas afectadas por inseguridad alimentaria en América Latina era de un tercio de la población -191 millones-; para finales de 2020, después del inicio del COVID-19, ascendió a 20 millones más. Este informe recopila las iniciativas de las organizaciones sociales generadas en medio de la crisis que buscan promover la solidaridad y el sentimiento de comunidad en momentos de hambre y preocupación.
En este capítulo se tratan los siguientes temas:
- Randi randi (traducido del quichua significa “dar y recibir”), trueque alimentario y solidaridad. En la actualidad, esta acción vuelve a retomar su espacio, evidenciando que en tiempo de crisis es sumamente importante la solidaridad de los pueblos dejando en un segundo plano el comercio basado en el dinero.
- Minga (que significa: reunión solidaria de amigos y vecinos para hacer algún trabajo en común) contra el hambre: “no estamos donando lo que sobra, estamos repartiendo lo que producimos”. Ante el hambre, los miembros de las organizaciones campesinas en Brasil y Ecuador empezaron a organizar de manera espontánea acciones de solidaridad para dar alimentos a personas desempleadas, que habían sido desalojadas o que vivían en la calle. Las modalidades fueron diversas: donaciones de los productos de los campamentos, asentamientos y granjas campesinas, donaciones de canastas alimentarias, donaciones de comidas a través de cocinas populares y creación de bancos de alimentos donde se podría donar y acceder a alimentos.
- Por último, las conclusiones, donde el informe destaca: “Queda claro que no se trata de iniciativas caritativas que buscan paliar la crisis de hambre desatada por el COVID-19 replicando relaciones sociales de dominación que fortalecen el modelo industrial y mercantilizado de producción y distribución de comida chatarra. Se trata de iniciativas autoorganizadas por productores y productoras campesinas e indígenas, y no por grandes supermercados o empresas, que están reconfigurando las relaciones de producción y distribución de alimentos de manera que se fortalezca la economía social y solidaria”
Este capítulo ha sido elaborado por Mario Gabriel Macías, director ejecutivo de Fian Ecuador; Valéria Torres Amaral, secretaria general de FIAN Brasil; Paulo Asafe C. Spinola, asesor de derechos humanos y las políticas públicas; Sofía Monsalve, secretaria general de FIAN Internacional.