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"La agroindustria nos deja sin futuro"

Campesinos se oponen a la realización de un evento de greenwashing para fortalecer la influencia de la agroindustria en el diseño de políticas públicas
Fotografía de la acción de los activistas de la campaña "No future for agrobusiness"

La campaña "No future for agrobusiness" ha señalado que, el 28 de marzo en Bruselas, la multinacional de pesticidas Syngenta, el lobby de los terratenientes European Landowners' Organization (ELO) y varios actores de la agroindustria (Cargill, Nestlé, Pepsico, John Deere, etc.) han organizado el Foro para el Futuro de la Agricultura (FFA).

Los activistas, que bloquearon las entradas al lugar de celebración del FFA, el Centro de Convenciones SQUARE de Bruselas, denuncian la hipocresía de los organizadores, que presentan su evento como la convergencia del medio ambiente y la agricultura, mientras luchan duramente contra la nueva legislación medioambiental de la UE. "Hoy estamos bloqueando sus intentos de cabildeo y actividades de lavado verde, ya que obstruyen cualquier intento de transformar nuestros sistemas alimentarios hacia una mayor sostenibilidad. Syngenta, cuyo director ejecutivo también preside Croplife, el grupo de presión de los productores de pesticidas, por ejemplo, se ha opuesto ferozmente a cualquier propuesta de la UE que apunte a reducir el uso de pesticidas. Que todavía se atrevan a organizar este tipo de lavado verde es de un cinismo increíble", ha declarado una portavoz de los activistas.

Las actividades de Syngenta han sido criticadas por varias organizaciones belgas porque, al igual que Bayer y BASF, continúa produciendo pesticidas en Europa cuya venta está prohibida dentro de la UE debido a su peligro para la salud y la biodiversidad, pero luego exporta a países del Sur Global, donde las personas y el medio ambiente sufren las consecuencias.

La campaña denuncia que, como cada año, la FFA es una excelente oportunidad para que la agroindustria impulse sus falsas soluciones (digitalización de la agricultura, pesticidas, nuevos OGM, financiarización de la agricultura, mercados de carbono, etc.), para reforzar su posición en el sistema alimentario y para aumentar su influencia política.

Frente a ello, condenan las maniobras antidemocráticas del agronegocio para imponer su agenda y sus productos. Estas tácticas socavan los esfuerzos de los movimientos sociales y la sociedad civil para lograr una gobernanza verdaderamente democrática e inclusiva de los sistemas alimentarios y la realización de los derechos humanos.

Los colectivos que impulsan la campaña apuntan que también es lamentable que ONG ambientalistas, como WWF y The Nature Conservancy, estén participando en este evento, ya que les dan a las corporaciones de agronegocios un pase libre para afirmar que responden a los problemas ambientales, mientras saquean la naturaleza y destruyen las granjas.

Esta edición del FFA llega en el momento adecuado para la industria agroquímica. La campaña llama la atención: "No podemos quedarnos de brazos cruzados y ver cómo los políticos europeos se acercan a Syngenta y sus compinches corporativos cuando debería estar preparando una política justa y ambiciosa para reducir los pesticidas, una política que todos estamos pidiendo a gritos. La agroindustria no es la solución para la agricultura, es el problema. Los agricultores ya están construyendo una agricultura sostenible y nutritiva. Nos muestran que un modelo agroecológico, menos dependiente del petróleo, la industria agroquímica y su veneno es posible y deseable. Es a estos agricultores a los que los líderes europeos deben escuchar, apoyar y fortalecer".