Los jóvenes son esenciales para promover unos sistemas alimentarios sostenibles, garantizar la renovación del sector agrícola y contribuir a la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional, especialmente en los países en desarrollo, en los que los jóvenes constituyen un elevado porcentaje de la población, incluso en las zonas rurales.
A menudo, la agricultura y los sistemas alimentarios no ofrecen un empleo y una subsistencia dignos, ni fomentan el equilibrio entre las necesidades de diferentes generaciones. Además, muchas mujeres y hombres jóvenes tienen un acceso y un control limitados respecto de las tierras, los recursos naturales, las infraestructuras, los mercados, el aseguramiento, la financiación, la tecnología, los conocimientos y la adquisición de competencias.
Estas dificultades, unidas a la limitada participación en los procesos de toma de decisiones, una baja remuneración, la incertidumbre de ingresos, los conflictos, las crisis prolongadas, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y degradación de la tierra, la exposición a riesgos, el arduo trabajo físico y el escaso reconocimiento social de los trabajadores de los sectores agrícola y alimentario, alejan a muchos jóvenes de la agricultura y las zonas rurales.
La implicación y la participación continua de los jóvenes en una agricultura y unos sistemas alimentarios sostenibles son un factor clave para potenciar la competitividad, la resiliencia, el carácter inclusivo y la vitalidad de estos sectores. Para garantizar la renovación generacional, es fundamental elaborar sistemas, marcos jurídicos, políticas y programas que aumenten la participación de los jóvenes en la agricultura y los sistemas alimentarios y otras profesiones conexas y que les permitan disfrutar de los derechos humanos universales combatiendo las desigualdades estructurales y toda forma de discriminación que les afecte negativamente y, al mismo tiempo, mejorando la provisión de servicios generales y el bienestar en las zonas rurales y urbanas.
El documento de recomendaciones del CSA se estructura en torno a cinco temas:
- Ofrecer un entorno propicio para la participación y el empleo de los jóvenes en la agricultura y los sistemas alimentarios
- Garantizar medios de vida dignos, atractivos y gratificantes para los jóvenes
- Aumentar el acceso equitativo de los jóvenes a los recursos, la infraestructura y los mercados
- Mejorar el acceso equitativo de los jóvenes a los conocimientos, la educación y la adquisición de competencias
- Fomentar la innovación sostenible e inclusiva de los jóvenes