Un informe de The Lancet Commission on Obesity analiza la triple carga de este desafío global.
Parte para ello de las constataciones que ya habían formulado sobre la obesidad en informes anteriores:
- La prevalencia de la obesidad está creciendo en todas las regiones del mundo.
- Los compromisos realizados por todos los países en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud durante tres décadas no se han traducido en cambios relevantes, en parte debido a la fuerte oposición de poderosos intereses empresariales.
- A pesar de la enorme carga que supone la obesidad para la salud y para la economía, no es percibido como un problema suficientemente urgente como para generar movilización social o voluntad política para enfrentarlo.
- Hasta ahora la obesidad se ha considerado de forma aislada, pero es necesario abordarla en relación a otros problemas con los que tiene efectos sinérgicos, como es la desnutrición y el cambio climático.
Analizando qué factores son más relevantes de cara a conseguir resultados de salud y bienestar humano y del medioambiente, equidad social y prosperidad económica, identifican como destacados la alimentación y la agricultura, el transporte, el diseño urbano y el uso de la tierra.
La Comisión identificó cinco conjuntos de bucles de retroalimentación que subyacen a la forma en que estos sistemas actúan: (1) bucles de la gobernabilidad que determinan cómo se traduce el poder político en las políticas e incentivos y desincentivos económicos para que las empresas operen dentro; (2) bucles en las empresas que determinan la dinámica para crear bienes y servicios rentables, incluidas las externalidades asociadas con los daños a la salud humana, el medio ambiente y el planeta; (3) bucles en la oferta y la demanda que muestran las relaciones que determinan las prácticas de consumo actuales; (4) bucles que muestran el daño ambiental insostenible que los sistemas de alimentación y transporte imponen a los ecosistemas naturales; y (5) bucles en la salud humana que muestran los efectos positivos y negativos que estos sistemas tienen en la salud.
Estas interacciones tienen que ser analizadas y reorientadas si se quieren dar respuestas eficaces a la sinergia de epidemias señalada. La Comisión propone nuevo recomendaciones amplias:
- Pensar en términos de esta sinergia global de epidemias para focalizarse en los factores sistémicos comunes que necesitan acciones comunes.
- Conectar pensamiento y acción en diferentes áreas para crear plataformas de trabajo colaborativo sobre los factores sistémicos comunes a través de acciones de doble o triple propósito.
- Fortalecer las palancas de gobernanza a nivel nacional e internacional para implementar plenamente las medidas de política acordadas a través de directrices, resoluciones y tratados internacionales.
- Fortalecer las palancas de gobernanza municipal para movilizar la acción a nivel local y crear presión para la acción nacional.
- Fortalecer el compromiso de la sociedad civil para alentar el cambio sistémico y la presión para que se adopten medidas políticas en todos los niveles de gobierno para enfrentar el problema.
- Reducir la influencia de los grandes intereses comerciales en el proceso de desarrollo de políticas públicas para permitir que los gobiernos implementen políticas de interés público en beneficio de la salud de las generaciones actuales y futuras, el medio ambiente y el planeta.
- Fortalecer los sistemas de rendición de cuentas para las acciones políticas que aborden estos problemas.
- Crear modelos de negocios sostenibles y que promuevan la salud en el siglo XXI para cambiar el enfoque de corto plazo centrado solo en el benficio económico hacia modelos sostenibles y rentables que incluyan explícitamente los beneficios para la sociedad y el medio ambiente.
- Enfocar la investigación en los determinantes y acciones relacionados con esta sibnergia de epidemias para crear una base de evidencia de factores y acciones sistémicas, incluyendo los enfoques indígenas y tradicionales de la salud y el bienestar.