Colectivos sociales ponen de manifiesto las implicaciones sociales, económicas y medioambientales del actual modelo de producción y comercialización de los hidrocarburos.El anterior Congreso Internacional de Petróleo (Johannesburgo, 2005) sirvió para presentar la alianza del neoliberalismo petrolero global con nuevos actores como ciertas multinacionales africanas. En aquel momento los dos reclamos más importantes que animaban a acudir al 18º World Petroleum Congres fueron: el emergente mercado africano de gas y petróleo y el interés por conocer cómo las petroleras surafricanas revindicaban un puesto propio entre los actores que lideraban los asuntos petroleros.
Por su parte, el lema del 19º World Petroleum Congreso de Madrid es ya bien conocido: Un Mundo en Transición: Suministrando energía para un desarrollo sostenible. En cierta manera continúa respecto al anterior Congreso de Johannesburgo. Así, la novedad de un mercado emergente ha visto cómo se pasaba el testigo del mercado africano al mercado de la sostenibilidad. Y el papel del liderazgo solicitado por las multinacionales surafricanas es ahora revindicado por las multinacionales españolas. Pero el juego de los cambios y las actualidades entre los actores y sus agendas termina de comprenderse al observar la programación de este 19º World Petroleum Congreso de Madrid. Las discusiones y actividades programadas abarcan un conjunto formado por: plenarios, sesiones especiales, comidas de trabajo y reuniones entre diversos ministerios estatales de energía y petróleo.
Los plenarios están ideados para ser el espacio desde el que los diferentes actores decidirán cuáles van a ser las líneas maestras que deberán profundizarse durante las sesiones y en los próximos encuentros internacionales. El perfil de estos plenarios es marcadamente técnico y no incorpora ningún tipo de reflexión más allá de las propias a garantizar el suministro, las posibilidades de mejora en las extracciones, cómo idear nuevas refinerías o la descripción del estado actual de las energías renovables. Aquellas sesiones dedicadas a intentar justificar su preocupación por los temas sociales y su responsabilidad en el impacto sobre nuestras vidas y nuestra naturaleza se han aislado de las anteriores.
Esto coloca en una difícil situación al conjunto de científicos sociales y organizaciones no gubernamentales que todavía tienen que confirmar su asistencia al Congreso, dado el aislamiento que el complejo petrolero neoliberal ha diseñado para los discurso de estos dos tipo de actores, en un momento en que el papel jugado por el petróleo en las políticas neoliberal global como elemento de explotación, opresión e impacto medioambiental está suficientemente contrastado.