La concentración en el sector agroalimentario ha aumentado en el transcurso de los últimos años, con consecuencias a menudo dramáticas para los campesinos y los trabajadores agrícolas.En una nueva nota informativa, el Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación muestra cómo el derecho de la competencia puede evitar el establecimiento y abuso de una situación de posición dominante y cómo los países del Norte y del Sur pueden colaborar para avanzar más en esta dirección.
Los compradores de materias primas agrícolas, transformadores y distribuidores ocupan una posición estratégica en las cadenas mundiales de suministro. Su poder sobre el mercado puede conducir, a menos que se controle, a la reducción del precio que los productores perciben por sus productos.
La nota muestra que las cadenas de suministro agroalimentarias mundiales podrán contribuir significativamente a la reducción de la pobreza rural siempre y cuando los regímenes legales del derecho de la competencia repriman eficazmente estos abusos y estén diseñados de manera que sean consistentes con la obligación de los Estados de proteger el derecho a una alimentación adecuada.
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