La FAO ha advertido que la región debe fortalecer el comercio agroalimentario entre los diferentes países de la región, ya que aún 18 de ellos son importadores netos de alimentosEn la región de América Latina y el Caribe diferentes países han logrado cumplir la meta de reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre fijada en los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM). Sin embargo a pesar de este importante progreso todavía 37 millones de personas eran víctimas de hambre durante el periodo 2011-2013 en la región, según las estimaciones de la FAO. Dicha organización ha advertido recientemente que la clave para luchar contra la malnutrición es fortalecer el comercio intrarregional.
Esta región representa el 15% de las exportaciones agroalimentarias mundiales y durante los últimos 30 años se ha consolidado como proveedora de alimentos básicos a nivel global. En la actualidad la región provee al mundo del 63% del azúcar, el 53% del café, el 58% de la soja y un tercio del maíz y las carnes.
Poco a poco ALC se ha ido convirtiendo en un gran productor y exportador de alimentos para el mercado mundial, sin embargo el 57% de las importaciones que lleva a cabo proceden de fuera de la región y 18 de sus 33 países siguen siendo importadores netos de alimentos.
Las exportaciones agroalimentarias intrarregionales sólo representan el 15,9% del total y el comercio intrarregional ha crecido tan sólo un 11% en los últimos cinco años. Para potenciar el intercambio de productos agroalimentarios dentro de la región se necesitaría más coordinación entre los países, reducir las barreras no arancelarias del comercio, armonizar los distintos reglamentos, reducir y hacer más transparentes los procedimientos aduaneros e invertir en infraestructuras que faciliten el intercambio .
El comercio intrarregional debería integrar una visión que tenga en consideración los intereses de los productores locales, potenciar la agricultura familiar y que facilite el acceso a la alimentación de los sectores más vulnerables. A pesar de que la región produce más alimentos de los que necesita para su propio consumo, la mayoría de los países concentran sectores numerosos de la población que sufren malnutrición y viven sumidos en la pobreza o pobreza extrema. El comercio intrarregional bien desarrollado podría ser la oportunidad para terminar con una tragedia que prevalece en la región desde hace décadas.