Otro de los debates expuestos en Abastecimientos de alimentos por el Estado como Protección Social publicado por la FAO se refirió a la protección de la infancia. Se debate cómo deben ser los tipos de abastecimiento para los menores, incluyendo el tipo de beneficios y garantías para los lactantes, los niños/as malnutridos/as y los menores más vulnerables.
La Ley Nacional de Seguridad Alimentaria de la India contempla los derechos universales a la alimentación para menores en edad escolar y preescolar, pero excluye garantías para lactantes, niños/as desnutridos/as y menores sin familia o que no están escolarizados.
Los menores son una población muy vulnerable ya que el tener el derecho a la alimentación garantizado depende de la protección de un adulto. Que un niño/a no reciba la alimentación necesaria, sobre todo en los primeros 1.000 días desde la concepción, tiene consecuencias en la salud y en el desarrollo de la persona, por ello el estado debe proteger el derecho a la alimentación de los niños y niñas especialmente durante los primeros 1.000 días de su vida.
El Estado tiene el deber de promover la lactancia materna exclusiva hasta la edad de seis meses, y aunque hay un acuerdo de principios sigue habiendo debates sobre cómo hacerlo. Hubo consenso en la importancia de orientar nutricionalmente a las madres sobre la importancia de la lactancia. Y hay quienes han considerado que para abordar la desnutrición temprana en la vida de un menor es importante que éste acuda a la guardería, ya que muchas madres trabajan y dejan a los menores al cuidado de sus hermanos/as que no están capacitados para promover hábitos saludables, pero la ley no lo contempla.
La ley proporciona alimentos para después de los seis meses hasta los seis años en centros de alimentación y hasta los catorce en las escuelas. En relación a esto se discute si la alimentación debe ser envasada. Algunos expertos han defendido el suministro de alimentos envasados listos para consumir, porque consideran que la comida envasada puede reforzarse con micronutrientes específicos que mejoren la nutrición. Otras razones para considerar la comida envasada como una alternativa es que los niños/as más necesitados (6-36 meses de edad) quizá no acudan diariamente al centro de alimentación y que cocinar en malas condiciones y guardar sobras puede provocar contaminación bacteriana.
Sin embargo hay quienes creen que la comida local es una mejor garantía para asegurar la nutrición infantil y que la defensa de introducir alimentos envasados responde a intereses comerciales. Además estos alimentos pueden generar dependencia entorpeciendo la seguridad alimentaria autosuficiente.
La ley es ambigua sobre este tema ya que define la comida que se va a proporcionar como comida recién preparada o precocinada, aunque la Corte Suprema sí ha sido explícita al apoyar la comida recién preparada.
El otro debate que surgió en relación a la infancia trata las garantías que deben contemplar los programas de alimentación para los menores desnutridos. El Estado propone únicamente ofrecer una comida adicional para estos menores pero los expertos consideran que esto es un error y que la ley no contempla adecuadamente la desnutrición. No se aborda de la mejor manera ya que un menor puede sufrir la malnutrición aunque tenga acceso a la cantidad adecuada de comida, cuando por ejemplo no son capaces de absorber los nutrientes de los alimentos debido a enfermedades infecciosas. Por ello recibir una atención médica, como otros servicios, sería una mejor estrategia para combatir la desnutrición.
Por último también se discute sobre las protecciones especiales para los menores más excluidos, como los que no cuentan con un adulto a cargo, viven en la calle, trabajan, son hijos/as de migrantes o son una familia hogar. Estos casos deberían abordarse en sistemas específicos de protección infantil y no en esta ley, pero los críticos consideran que ésta también debe considerar el problema.