Hoy en día hay más de mil millones de cooperativas –asociaciones autónomas de personas para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones por medio de una empresa de propiedad conjunta– en el mundo que tienen como fin mejorar la productividad, los beneficios y la sostenibilidad de los servicios que ofrecen los socios. La ONU destaca que estos modelos de negocio pueden ser muy beneficiosos para el desarrollo económico, la justicia social y la protección del medio ambiente.
En concreto, las destinadas al sector primario son un gran apoyo para los productores y los grupos vulnerables como son los jóvenes y las mujeres. También, son de ayuda en cuanto a la defensa de los derechos y los términos de las negociaciones de los agricultores. Por lo tanto, las cooperativas juegan un papel importante en la lucha contra la pobreza rural y tienen hoy un mayor peso, debido a su papel fundamental frente a la crisis alimentaria y a la necesidad de aumentar la producción para alimentar a la creciente población.
Es por ello, que la COPAC defiende que las cooperativas son el modelo óptimo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). No sólo los relacionados con la erradicación de la pobreza y la seguridad alimentaria; también son favorables para impulsar el resto de ODS.