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CELAC publica Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre para la región de América Latina y el Caribe

Este Plan supone una hoja de ruta para la región en la lucha contra el hambre
Portada del Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre para la región de América Latina y el Caribe

La región de América Latina y Caribe ha sido pionera al instalar la seguridad alimentaria y nutricional en un lugar privilegiado de la agenda regional. La  Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se ha propuesto erradicar el hambre en 2025, objetivo más ambicioso que la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) cuya fecha límite es 2030. Durante la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC, realizada en Costa Rica en enero de 2015, los países adoptaron formalmente el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC 2025.

CELAC cuenta con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la  Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Asociación Latinoamericana de  Integración (ALADI), que por encargo de la CELAC han preparado en conjunto la publicación de este Plan. La publicación se realizó para la reunión sobre Seguridad Alimentaria y Cambio Climático: Desafíos y Oportunidades para América Latina y el Caribe, que se ha celebrado en Santiago de los Caballeros  (República Dominicana) del 31 de julio al 2 de agosto.

La región ALC ha sido la única que ha cumplido la meta de los Objetivos de Desarrollo de Milenio  de reducir a la mitad la proporción de personas  que padecen hambre y el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de reducir a la mitad el número de personas hambrientas.

El objetivo de esta publicación es proporcionar a los países de la región información actualizada y oportuna sobre el estado de la seguridad  alimentaria y nutricional y señalar el papel que tienen distintas áreas (la agricultura, el comercio agroalimentario o la gestión de recursos naturales) en la erradicación del hambre en un contexto en que  los efectos del cambio climático pueden amenazar los avances obtenidos hasta el momento. El cambio climático  es un desafío inevitable que los países deberán de afrontar de forma coordinada, a pesar de que afectará de forma diferente a cada zona.

El Plan está distribuido en cuatro pilares principales con el fin de fortalecer las distintas dimensiones de la seguridad alimentaria: disponibilidad a través del  desarrollo de marcos jurídicos de seguridad alimentaria, mejora del  comercio y disminución de las pérdidas y desperdicios de alimentos; acceso oportuno y sostenible a alimentos inocuos, adecuados, suficientes y nutritivos para todas las personas, fomentando transferencias condicionadas, la mejora de los mercados de trabajo y un fuerte apoyo a la agricultura familiar; utilización de los alimentos por todos, facilitando su acceso a los grupos vulnerables; estabilidad de los alimentos, de su producción y la atención ante desastres de origen social y natural.

Incluye además diez líneas de acción principal orientadas a la generación de políticas, programas, estrategias y proyectos nacionales, subregionales y regionales para dar respuesta a las personas que aún viven con hambre en esta región.

Este Plan se ha convertido en una guía para la seguridad alimentaria en la región de  ALC, pero también un modelo para el resto de regiones que pueden adaptarlo a sus contextos.