La última Misión de evaluación de los cultivos y la seguridad alimentaria (MECSA) llevada a cabo por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) señala que, después de cinco años de conflicto, a los agricultores les cuesta cada vez más producir alimentos debido al aumento de los precios y la escasez de insumos, como fertilizantes y semillas.
Esta realidad pone en peligro la seguridad alimentaria de las familias campesinas pero también de la disponibilidad de alimentos en el país, que podría traducirse en nuevos movimientos migratorios.
El acceso a semillas de calidad, fertilizantes, maquinaria y combustible necesarios es limitado, los disponibles son caros y de calidad desconocida. Además la escasez de lluvias y la destrucción de infraestructuras de riego han perjudicado la producción. Si no se apoya a los agricultores la situación empeorará, ya que están agotando su capacidad para afrontar la situación. El PMA y la FAO trabajan cojuntamente para invertir en proyectos dirigidos a proteger la agricultura.
También los productores ganaderos están sufriendo esta crisis. La inseguridad del país dificulta el acceso a tierras de pastoreo, fuentes de agua o piensos. Y el servicio veterinario se empieza a quedar sin vacunas y medicamentos habituales.
En el último año también han subido los precios de los productos agropecuarios.
Esta dificultad para producir se ha sumado a la reciente inflación y la depreciación de la libra siria dificultando a los sirios costearse las importaciones esenciales. Los transportistas y comerciantes se enfrentan a costos extremadamente altos y problemas de seguridad.
Desde 2011, el conflicto ha desplazado a cerca de 11 millones de personas, de las cuales 4,8 millones han huido a países vecinos, y los que se han mantenido en el país tienen riesgo de padecer la inseguridad alimentaria.
La FAO y el PMA asumen esfuerzos para solventar la situación, pero la suma de afectados es cada vez mayor.
Cerca de 9,4 millones de personas en Siria necesitan ayuda, unas 716.000 más que en septiembre de 2015. Las gobernaciones con un mayor aumento de personas necesitadas son Quneitra, Dara'a, Damasco, Idleb y Alepo.