Las fundaciones Conama y Fuhem impulsaron en 2013 el Foro Transiciones, un think tank transdiscipinar que trata de enriquecer el debate en torno al cambio de época y las temáticas que van a decidir el futuro de la humanidad. Estamos en un momento decisivo en el que debemos hacer frente a una crisis ecológica global, capaz de determinar el futuro del planeta.
Este Foro ha impulsado la publicación de una serie de documentos que, bajo el lema “Tiempos de Transiciones”, analizan y proponen medidas para abordar procesos de cambio en nuestro país, considerando marcos globales, especialmente el europeo. Los contenidos se orientan en tres líneas de trabajo: contribuciones generales a la construcción del relato sobre las transiciones; propuestas temáticas en cuestiones claves relacionadas con esas transiciones; y consideraciones en torno a temas de actualidad. El informe “Hacia un sistema alimentario sostenible en el Estado español”, publicado en 2018, se enmarca dentro de las propuestas temáticas para las transiciones y trata sobre el sistema agroalimentario.
La alimentación es una actividad básica que sostiene la vida y por ello está en el centro de todas las culturas surgidas a lo largo de la historia. La industrialización de la producción y la globalización agroalimentaria ha generado problemáticas socio-ecológicas. Es necesario transitar hacia un sistema agroalimentario sostenible. Por ello, el Estado español debe apoyarse en una serie de medidas como la restauración de una renta agraria digna y equiparable a otros sectores económicos, equilibrar las relaciones campo-ciudad o limitar el oligopolio de las grandes cadenas de distribución.
El reto que plantea el cambio climático o el agotamiento de recursos naturales es de gran magnitud. Lo primero que hay que hacer, según este estudio, es asumir que el peligro es real y que merece la pena actuar. La sensación de que nada se puede hacer muchas veces viene alimentada por grupos de interés. Transformar el sistema alimentario requiere una revisión profunda de las políticas públicas que determinan quiénes son y quiénes no son agentes relevantes en esta sociedad. Esta transformación deberá considerar la relevancia de la actividad agroalimentaria.
Según el informe, las áreas metropolitanas son insostenibles en muchos sentidos, especialmente en el alimentario. Para transitar hacia una sociedad sostenible, la actual estructura territorial estatal no tendría sentido, habría que llevar a cabo un proceso de re-ruralización o incluso una re-campesinización. Es necesario incluir este posicionamiento en la agenda política como un proyecto de sostenibilidad estatal, algo que requiere voluntad política y recursos apropiados. Ahora mismo el plano alimentario no es prioritario y se considera que el derecho a la alimentación está cubierto con un modelo basado en marcas y homogeneización alimentaria. Para construir un modelo sostenible será necesario enfrentarse al modelo vigente que se basa en el optimismo tecnológico sin considerar los límites del planeta y que promueve una sociedad consumista.
Además hay que prestar atención a quienes no pueden acceder a una alimentación sana; las medidas propuestas desde las políticas públicas contemplan principalmente donaciones de excedentes y desechos, lo que, según el informe, se traduce en una violación del derecho a la alimentación de esas personas.
Dada la magnitud de este problema el texto pretende construir un discurso y desarrollar prácticas alternativas hacia la sostenibilidad agroalimentaria y rural. Trata de ser un punto de partida en el camino colectivo de la construcción de propuestas políticas de transición hacia la sostenibilidad agroalimentaria a escala estatal.