El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha publicado el Dictamen para la ‘Promoción de cadenas cortas y alternativas de distribución de alimentos en la UE: el papel de la agroecología’, que muestra la necesidad de potenciar la agroecología en la región. Este Dictamen surge de la necesidad de implementar acciones que preserven la agricultura y la hagan más resiliente ante el cambio climático. La agroecología es una forma de asegurar nuestro suministro de alimentos haciendo que sean más saludables. Las cadenas de suministro cortas pueden ayudar a las pequeñas granjas a aumentar sus ingresos y revitalizar las zonas rurales.
Según el CESE, la desregulación de los mercados agrícolas, la fuerte volatilidad de los precios, los bajos ingresos agrícolas por parte de los productores y la preocupación por el consumo de alimentos saludables y de buena calidad se han traducido en que algunos agricultores hayan cambiado sus métodos de producción y comercialización.
En diferentes partes de Europa están proliferando nuevos sistemas agrícolas innovadores que conectan a consumidores y productores entre sí. La mayoría de estos productores desarrollan una agricultura ecológica. La ventaja es doble: por un lado los productores pequeños hacen que su negocio sea más rentable, generando empleo y crecimiento; y por otro, los/as consumidores obtienen productos frescos y de alta calidad, estando en contacto directo con el productor, un hecho que ayuda a que las personas interioricen el valor del producto.
Según este Dictamen, los estudios académicos y las organizaciones de desarrollo demuestran que las ventajas son obvias para agricultores y consumidores. El sector de la agricultura consigue mayor fertilidad del suelo, menores costes de producción, mayor autonomía para la toma de decisiones, sistemas agrícolas que se vuelven más resistentes para hacer frente a los riesgos climáticos y una mayor profesionalidad. Los consumidores consiguen mayor salud y calidad nutricional de los alimentos y el agua y la preservación de la biodiversidad y los paisajes.
Implementar la agroecología supone un cambio de paradigma hacia la lucha contra el cambio climático, la reconstrucción de los ecosistemas vivos y la protección de los recursos de los que depende la producción agrícola. Por ello es importante potenciar las cadenas de suministro cortas y la agroecología, según Genevieve Savigny, ponente de este Dictamen.
El CESE propone un plan de acción para la agroecología, un plan estructurado multifacético a nivel regional, nacional y de la UE. Los programas existentes también deben estar dirigidos hacia medidas de apoyo a la agroecología y a las cadenas de suministro cortas y particularmente se necesita el apoyo en:
- Servicios de educación y asesoramiento sobre transformación, venta directa y agroecología.
- Investigación e innovación sobre las necesidades de los productores en cadenas cortas y en agroecología.
- Redes de intercambio entre agricultores.
- Ajustes a las aplicaciones de la legislación alimentaria a los pequeños agricultores en la producción a pequeña escala, así como los requisitos relacionados con el etiquetado.
- Acceso a la financiación para establecer las estructuras necesarias (segundo pilar de la PAC).
Una política alimentaria integral, que el CESE ha estado defendiendo durante años, podría formar el marco del plan de acción. Este Comité hace referencia a un trabajo reciente publicado por el Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI, por sus siglas en inglés), que muestra que es posible alimentar a toda la población de Europa en 2050 a través de una transformación agroecológica gradual que incorpore la cría de ganado y los cultivos con un objetivo de cero emisiones de carbono. Una referencia para demostrar que la agroecología es capaz de garantizar la seguridad alimentaria.
