La Cumbre sobre Sistemas Alimentarios convocada por Naciones Unidas tiene que hacer frente a una situación crítica, tanto desde un punto de vista de la vida y la salud de las personas como desde un punto de vista de la salud del planeta. La forma en la que se han desarrollado los sistemas alimentarios en los últimos 70 años ha provocado que millones de personas no vean satisfechas sus necesidades básicas, una enorme carga de enfermedades relacionadas con la mala alimentación y un gravísimo impacto medioambiental. Ante esto, se requieren cambios radicales.
Hace falta repensar y replantear los sistemas alimentarios y, en este proceso, el derecho humano a la alimentación adecuada tiene que ser el eje fundamental y la sostenibilidad ambiental una condición ineludible e imprescindible.
Para alcanzar unos adecuados resultados en la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios se requiere un proceso equilibrado, planteado y gestionado desde los parámetros de los derechos fundamentales de las personas, el cumplimiento de los ODS, la salvaguarda del medio ambiente y de la buena gobernanza; un proceso en el que el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de Naciones Unidas debe ser el actor y el referente principal.