Noticias

Alimentos con los pies en la tierra

Nuevo informe de iPES-FOOD sobre los mercados territoriales como estrategia para alcanzar la seguridad y resiliencia alimentarias
Detalle de laportada del informe

Un 30 % de la población mundial está en situación de inseguridad alimentaria y el 42 % no puede permitirse una dieta saludable. Para 2030, se espera que cerca de 600 millones de personas padezcan hambre, lo que nos situaría muy lejos de alcanzar el objetivo mundial de «hambre cero».

Durante los últimos tres años, los mercados de productos básicos y las cadenas de suministro en manos de multinacionales se han resentido a causa de problemáticas emergentes. Los bloqueos al transporte de cereales, la carestía de los fertilizantes, las prohibiciones a la exportación, la volatilidad en los precios de los alimentos, las cosechas perdidas y los estantes vacíos han pasado a formar parte de nuestra nueva normalidad.

A día de hoy, resulta evidente el fracaso de la receta de seguridad alimentaria basada en cadenas de suministro mundiales de alimentos en manos de multinacionales, que han demostrado estar plagadas de riesgos y vulnerabilidades: la exposición de la producción industrial de materias primas a eventos climáticos; el desvío de recursos valiosos en favor de la producción de alimentos ultraprocesados, piensos y combustibles; la estandarización de las dietas en torno al trigo, el arroz y el maíz y una mayor dependencia del consumo global de calorías en unos pocos cultivos y entidades exportadoras de materias primas; los cuellos de botella que se dan en cadenas globales fragmentadas y dispersas geográficamente; la enorme exigencia energética de las cadenas de suministro de alta tecnología digitalizadas; o el peligro de hacer depender la seguridad alimentaria mundial de cadenas de suministro "just in time" que no siempre funcionan.

Los persistentes llamamientos por una soberanía alimentaria ponen de manifiesto la necesidad de adoptar nuevos enfoques para aumentar la autosuficiencia alimentaria, reforzar la resiliencia frente a perturbaciones y sanear los cimientos de la seguridad alimentaria. El interés se está trasladando ahora hacia una vibrante pluralidad de sistemas de abastecimiento de alimentos ajenos a las cadenas globales de suministros y al control de las multinacionales.

Ciertamente, grandes poblaciones de todo el mundo se alimentan cada día a través de redes alimentarias, mercados y cadenas de suministro de proximidad, que se asientan sobre la labor de pequeños/as productores/as, transformadores/as y minoristas que están integrados/as en los territorios y comunidades, asumiendo en ellos múltiples roles. Se estima que alimentan a más del 70 % de la población mundial.