Esta sería la principal conclusión del análisis realizado por el Panel de Expertos del CSA en un interesante informeEl Panel de Expertos de Alto Nivel ha publicado hace unas semanas un informe en el que recopila, ordena y analiza el estado de la cuestión en torno a las relaciones entre la producción de biocombustibles y la seguridad alimentaria. Este informe debe servir como punto de partida de las discusiones del CSA sobre este tema, que será uno de los destacados en su agenda del próximo período de sesiones en octubre de 2013.
El informe intenta enfocar el problema desde diferentes puntos de vista para entender, en la medida de lo posible, las diferentes aproximaciones que hay al respecto, intentando facilitar una comprensión común del tema y la generación de consenso entre los países que tienen diferentes necesidades y oportunidades.
Apuntando en primer lugar la diversidad de situaciones y realidades que se engloban detrás del concepto de biocombustibles y de la diversidad de condiciones y consecuencias de cada una, el informe señala que las políticas públicas han jugado un papel central en el incremento de su producción. Igualmente el informe concluye que la demanda de biocombustibles ha jugado un papel relevante en la volatilidad de precios de los alimentos y, por tanto, en la crisis alimentaria. La conclusión no explicitada por el informe- es clara: determinadas políticas públicas, principalmente de países desarrollados, han colaborado activamente a la crisis alimentaria de 2008.
Más de 50 países han desarrollado políticas de biocombustibles con enfoques muy diversos; aquellos pocos casos en los que se ha manifestado una búsqueda activa de compatibilidad entre las políticas de biocombustibles y la promoción de la seguridad alimentaria, las soluciones a las que se ha llegado resultan bastante ilusorias. Los biocombustibles constituyen un link entre los mercados de alimentos y de energía principalmente petróleo- y hacen una trasvase de comportamientos especulativos y de volatilidad de uno a otro.
La políticas de seguridad alimentaria y de biocombustibles no puede separarse porque interactúan mutuamente. En esta relación, la seguridad alimentaria y el derecho a la alimentación deberían tener la prioridad a la hora de definir las políticas de biocombustibles. Consulta un artículo de un representante de la campaña sobre este temaAccede al informe completo (en inglés)