Las políticas europeas de promoción de los biocombustibles están teniendo un negativo impacto social y medioambiental en otros países y están costando muchísimo dinero a los contribuyentes europeos"Stop Bad Biofuels" explica que la política europea que establece que un 10 % del combustible para transporte debe provenir de energías renovables (biocombustibles) se está traduciendo en que Europa importa biodiesel y/o materia prima (colza, palma, soja) para fabricarlo. Buena parte de sus importaciones provienen de Indonesia, donde se están talando selvas para plantar estos productos. Este cambio de uso de la tierra provoca unas tremendas emisiones de dióxido de carbono de tal forma que el biodiesel resultante, en su proceso de fabricación y uso, resulta más contaminante que el derivado del petróleo.
Además estos cultivos compiten con los cultivos alimentarios, lo que provoca un impacto negativo también en la seguridad alimentaria de poblaciones vulnerables.
Europa invierte en esto 6.000 millones de euros al año.
El próximo 11 de septiembre el Parlamento Europeo votará una revisión de esta política. "Stop Bad Biofuels" invita a firmar una petición para que nuestros europarlamentarios voten en contra de mantener las cosas como están.Participa en la recogida de firmas y difúndela
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Campaña para que la Unión Europea revise su política de biocombustibles
04/09/2013
Las políticas europeas de promoción de los biocombustibles están teniendo un negativo impacto social y medioambiental en otros países y están costando muchísimo dinero a los contribuyentes europeos
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