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Contribución del agua a la seguridad alimentaria y la nutrición

9º informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición (HLPE) del Comité de Seguridad Alimentaria
Portada del 9º informe del penl del alto nivel de expertos vinculado al Comité de Seguridad Alimentaria

La finalidad de este 9º informe realizado por el HLPE es contribuir a mejorar la gestión del agua y la gobernanza de los recursos hídricos para asegurar a todas las personas el acceso al agua y al saneamiento y, al mismo tiempo, potenciar la contribución del agua a la seguridad alimentaria y la nutrición ahora y en el futuro porque “el agua potable es un alimento”.

En el informe se aborda el estrecho nexo existente entre el agua y la seguridad alimentaria desde diversas perspectivas, tanto a escala mundial como local, considerando los retos referidos a la disponibilidad, accesibilidad y calidad del agua y sus consecuencias en la seguridad alimentaria y la nutrición; la gestión del agua para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición desde los ecosistemas hasta los sistemas agroalimentarios; la gobernanza del agua basada en el enfoque de derechos a favor de la seguridad alimentaria y la nutrición, sin olvidar las repercusiones del cambio climático, la contaminación y la generación de energía tanto en el acceso al agua como a los alimentos.

En su contenido se detallan las múltiples vinculaciones entre el agua y la seguridad alimentaria, no en vano la contribución del agua a la seguridad alimentaria es multidimensional, y se proponen cuatro vínculos principales:

  1. Agua potable necesaria para la preparación de comidas.
  2. Agua determinante para producir y elaborar alimentos.
  3. Agua que permite el acceso a los alimentos, como factor esencial para los medios de vida, en especial para los pequeños agricultores.
  4. Agua como factor que contribuye a la estabilidad de la seguridad alimentaria mediante la estabilidad de los recursos hídricos (acceso y suministro).

¿Cómo es posible asegurar la seguridad alimentaria y la nutrición de todas las personas ante la escasez cada vez mayor de recursos hídricos y la creciente competencia por el uso del agua? Para responder a esta pregunta clave se proponen ocho ámbitos concretos de acción en los que todos los actores interesados pueden mejorar la gestión del agua en la agricultura, perfeccionar la gestión de los sistemas agrícolas y alimentarios en función del agua y mejorar la gobernanza del agua en aras a lograr la seguridad alimentaria y la nutrición:

  • Ordenación sostenible y conservación de los ecosistemas, desde el ámbito local hasta el continental, como elemento clave para garantizar la cantidad y calidad del agua en aras de la seguridad alimentaria y nutricional.
  • Formulación de enfoques normativos integrados que permitan el adecuado establecimiento de prioridades en favor de la seguridad alimentaria.
  • Especial consideración de los grupos más vulnerables como una de las preocupaciones prioritarias para la política y la adopción de medidas.
  • Mejora de la gestión hídrica en la agricultura, así como de la ordenación agrícola, para hacer frente a la escasez de agua aumentando la eficiencia y resiliencia de los sistemas agrícolas.
  • Mejora de la contribución del comercio concerniente al agua en favor de la seguridad alimentaria y la nutrición.
  • Fomentar el conocimiento y la tecnología.
  • Establecer una gobernanza inclusiva y eficaz.
  • Abordar la contribución del agua a la seguridad alimentaria y nutricional desde el enfoque de derechos.

El grupo de expertos que han elaborado el informe afirman con rotundidad que “Salvaguardar el agua en aras de la dignidad, la salud y la seguridad alimentaria y nutricional de todos los habitantes del planeta es uno de los mayores desafíos con que se enfrenta la humanidad” y en las páginas del informe encontramos pistas concretas para la acción.