Hace dos años la sequía en Rusia sirvió de disparador de los precios alimentarios a nivel mundial; este verano la sequía está afectando a la producción de maíz y soja de Estados UnidosEn este verano de 2012 vemos con preocupación la situación climática de Estados Unidos, con el mes de julio más caluroso del último siglo y con la peor sequía desde 1956. El Departamento de Agricultura del gobierno estadounidense ha rebajado ya en un 17 % las previsiones de producción de maíz, a la vista de las pérdidas de cosechas que la sequía está produciendo; dada la posición dominante de Estados Unidos en el comercio internacional de maíz, esta situación se puede traducir en un nuevo episodio de volatilidad de precios de los alimentos que tendría terribles consecuencias sobre las poblaciones más vulnerables. Y también está revisando sus previsiones para la producción de soja, que podría reducirse en un 8 ó 9 %.
El 9 de agosto la FAO ha hecho una actualización de su índice de precios de los alimentos, que en un solo mes ha subido un 6 %, desde 201 hasta 213 puntos. Este índice es elaborado por los expertos de productos alimentarios básicos de este organismo internacional conjugando los índices de precios de los seis principales grupos de alimentos (cereales, aceites, grasas, carnes, lácteos y azúcar). En esta ocasión el incremento ha venido motivado por los cereales (según la FAO en el mes de julio el precio del maíz ha subido un 23 % y el del trigo un 19 %; según el Banco Mundial ha sido prácticamente el doble) y del azúcar (el precio creció un 12 % debido a las lluvias a destiempo en Brasil). Los precios de los lácteos y la carne se mantuvieron estables, aunque habrá que ver el impacto que podrá tener en ellos la subida de los precios de la soja y del maíz. Ese mismo día, los precios del maíz en la Bolsa de Chicago llegaron a máximos históricos.
La situación, por tanto, no es nada tranquilizadora, especialmente teniendo en cuenta que también se están dando problemas en otros lugares. En la India, hasta mediados de julio, las lluvias monzónicas han estado un 22 % por debajo del promedio habitual, lo que se puede traducir en una reducción de la producción de arroz; esto también afectará a Camboya y Nepal. En varios países europeos las precipitaciones casi continuas están ocasionando problemas en los cultivos de trigo, mientras que en Rusia, Kazajstán y Ucrania se han visto afectados por falta de lluvia. Además, desde Naciones Unidas están atentos y preocupados por el impacto que pueda tener el fenómeno climático de El Niño, que se puede traducir en sequía en algunos países asiáticos (Filipinas, Indonesia) y aumento de las precipitaciones en América Latina.Accede al texto completo del artículo