EL 27 de octubre se presentó el informe “Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas: una mirada hacia América Latina y el Caribe 2015-2016” en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente de España. Al encuentro acudieron personas de todos los ámbitos: empresas, ONG, sindicatos, academia y estudiantes.
El informe está elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La presentación del texto a los asistentes la realizó Miguel García Winder, representante de IICA en los Estados Unidos y Director del Centro de Análisis Estratégico para la Agricultura (CAESPA) del IICA, que hizo un resumen dinámico sobre las conclusiones obtenidas.
El texto analiza las tendencias y las perspectivas del contexto (macroeconómico y sectorial) de América Latina y el Caribe. Hace un estudio del estado de la agricultura, ganadería, bosques, pesca y acuicultura, bienestar rural y de las políticas e institucionalidad del sector.
Se incluyen propuestas de políticas para dinamizar la agricultura y potenciar el desarrollo en el ámbito rural. Y se lanzan una serie de recomendaciones para promover la inserción en el sector agrícola de los agricultores familiares, jóvenes y mujeres rurales.
El lento crecimiento de la UE o la desaceleración de los países emergentes, van a impactar negativamente en el crecimiento de América Latina y el Caribe (ALC). Habrá una menor demanda mundial lo que supondrá una disminución de las exportaciones de alimentos y materias primas agrícolas, aunque no repercutirá en todos los países por igual. De la misma forma, en el ámbito de producción hay diferencias entre los países, Centroamérica y el Caribe verá mermada su producción de granos básicos, ganadería, café y otros cultivos tropicales, debido al clima y las plagas.
Durante la jornada se puso acento sobre el cambio climático y el Niño, que perjudicará sobre todo a los pequeños agricultores, por ello la importancia de fortalecer la resiliencia de las comunidades locales.
Además aunque la región ha disminuido sus tasas de pobreza y de malnutrición, todavía hay países en los que un 15% de la población no accede con normalidad a una alimentación sana y suficiente, un hecho que se relaciona con el sector y que necesita de estrategias dirigidas al Reto Hambre Cero.