Actualmente, la agroecología se va haciendo cada vez más presente, tal y como se señala en el último número de la revista Farming Matters. Es alentador comprobar que cada vez más agricultores están llevando a cabo prácticas agroecológicas, mientras movimientos sociales y entidades como la FAO elaboran políticas basadas en la agroecología. Sin embargo, la transición del actual sistema alimentario a otro nuevo tiene todavía un largo camino por recorrer. Entretanto, es necesario insistir una y otra vez que, tal y como se encuentra organizado hoy el sistema alimentario, es incompatible con los principios de equidad, la paz, la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad medio ambiental.
Es necesario un cambio radical que elimine los subsidios perversos que amparan sistemas de producción intensiva y cadenas de producción que benefician a unos pocos en un contexto de cambio climático, pérdida de biodiversidad y malnutrición. Aquí radica el potencial de la agroecología como sistema para la producción de alimentos. Sin embargo, a pesar de que existen numerosos ejemplos de prácticas exitosas, todavía la agroecología no es considerada como el sistema más eficaz para la producción de alimentos.
Los múltiples beneficios de la agroecología no se pueden apreciar desde la perspectiva del actual sistema de producción -desde una pura lógica de mercado-, sino que deben evaluarse en términos de bienestar en todas las facetas vitales. Incluyendo la sostenibilidad medio ambiental.
