El aumento de población en unos 2.000 millones de habitantes, la creciente competencia por unos recursos -tierra, agua y energía- cada vez más escasos y la amenaza creciente del cambio climático son algunas de esas presiones.
Un planteamiento de alimentación y agricultura sostenibles debe abordar igualmente los aspectos sociales, económicos y ambientales para garantizar la sostenibilidad. Descuidar una de estas dimensiones compromete el logro de la sostenibilidad en las demás.
La FAO propone cinco principios que pueden orientar colectivamente el proceso de transición hacia una mayor sostenibilidad:
- Mejorar la eficacia en el uso de los recursos
- Desarrollar actividades directas para conservar, proteger y mejorar los recursos naturales
- Proteger y mejorar los medios de vida rurales y el bienestar social
- Reforzar la resilencia de las personas, comunidades y ecosistemas
- Mecanismos de gobernanza responsables y eficaces para una alimentación y agricultura sostenibles
Será fundamental identificar los enfoques adecuados para poner en práctica estos principios, procurando no caer en errores del pasado. Los enfoques agroecológicos deberían ser la primera opción a considerar.