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Gran parte de las personas refugiadas se enfrentan a la inseguridad alimentaria

El Global Food Policy Report 2020 incluye un capítulo en el que analiza la situación de las personas desplazadas forzosamente y cómo les afecta la inseguridad alimentaria
detalle de la portada del informe

El IFPRI (Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, por sus siglas en inglés) dedica un capítulo en su Global Food Policy Report 2020 a las personas desplazadas: ‘Refugiados y personas afectadas por conflictos: Integrando a las comunidades desplazadas en los sistemas alimentarios’.

Según el informe, el hambre, los efectos del cambio climático y las crisis económicas son los impulsores principales de la migración forzada y los flujos de refugiados. La inseguridad alimentaria y el despojo de los activos agrícolas pueden desembocar en conflicto; no lo provocarán por sí solos, pero sí pueden avivar los conflictos civiles al agravar otras tensiones. A su vez, los conflictos y el cambio climático son factores fundamentales en el aumento global del hambre. Casi el 60% de todas las personas desnutridas viven en países afectados por conflictos. 

La mayoría de los países afectados por estos conflictos son países con un número notable de población rural, que depende en gran medida de la agricultura y es más vulnerable al cambio climático y a sufrir el hambre.

El número de conflictos en todo el mundo ha aumentado en más del doble desde 2010. Y según datos de ACNUR (Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados) casi 71 millones de personas fueron desplazadas por la fuerza en 2018. Estas personas generalmente permanecen en sus nuevas ubicaciones durante períodos prolongados. Los conflictos y los desplazamientos de personas interrumpen los sistemas alimentarios y los medios de vida rurales en las comunidades de origen, tránsito y destino. Los impactos del conflicto afectan a toda la cadena de valor de los alimentos y la gran afluencia de personas también puede afectar los mercados locales de alimentos y los servicios básicos en las comunidades a las que llegan. Las personas refugiadas se enfrentan a la inseguridad alimentaria en sus lugares de destino. 

Los conflictos, el desplazamiento y la inseguridad alimentaria tienden a ser complejos y se retroalimentan entre ellos. Dar respuestas efectivas implica comprender las causas fundamentales e implementar programas que las aborden.  Además cualquier solución debe tener en cuenta las necesidades de quienes se quedan en las regiones afectadas, las personas que huyen y las que pertenecen a las comunidades de acogida. 

Se debe proteger la agricultura, la producción de alimentos y los medios de vida rurales antes, durante y después del conflicto.