Este nuevo informe de iPES FOOD, grupo internacional de expertos sobre sistemas alimentarios sostenibles, aboga por una Política Alimentaria Común en la Unión Europea, una política que fijaría un punto de referencia para el conjunto del sistema alimentario, teniendo en cuenta las diversas políticas sectoriales que afectan a la producción alimentaria, al procesamiento, a la distribución, y al consumo, redirigiéndolas para apoyar la transición a la sostenibilidad.
Según este informe, los sistemas agrícolas y alimentarios de la UE piden a gritos un cambio fundamental de dirección, en vista de los retos tan ambiciosos, interrelacionados y sistémicos a los que se enfrentan:
- El impacto medioambiental. Europa pierde 970 millones de toneladas de suelo cada año y más del 11% del territorio de la UE está afectado por una erosión del suelo mediana o alta. La pérdida de la biodiversidad pone en peligro toda una serie de servicios medioambientales. Y además, a la vista de las importaciones, la UE está externalizando cada vez más la huella ambiental de sus sistemas alimentarios. Estos impactos están agravados por el hecho de que aproximadamente un 20% de la comida producida en UE se pierde o se desperdicia cada año.
- El impacto sobre la salud. Los sistemas alimentarios están provocando impactos en la salud, entre otras cosas, a través de los cambios de alimentación. Más del 50% de la población europea tiene sobrepeso y más del 20% es obesa. Las dietas poco saludables son el factor principal de riesgo de enfermedad y de mortalidad en Europa y afecta más gravemente a los grupos de población más pobres. El acceso a una alimentación saludable y suficiente queda fuera del alcance de millones de personas. Las ambiciosas estrategias contra la obesidad coexisten con políticas de comercio agrícola que hacen que la comida basura sea barata y abundante.
- Impacto socio-económico. La proporción de la cadena alimentaria de la UE destinada a la agricultura se redujo del 31% en 1995 al 21% en 2018, mientras que los agricultores se enfrentaron a un aumento del 40% de los costes de insumos entre 2000 y 2010. Entre 2003 y 2013, más de una de cada cuatro explotaciones desaparecieron del paisaje europeo. Alrededor del 3% de las explotaciones representan hoy el 52% de las tierras agrícolas de la UE, y el 20% de las explotaciones representan el 80% de los pagos en el marco de la PAC.
Las políticas actuales han demostrado ser lentas para adaptarse a los nuevos desafíos y prisioneras de los paradigmas del pasado. Los sistemas alimentarios siguen centrándose en proporcionar calorías baratas y abundantes a través de la producción en masa de productos básicos, aunque este modelo de “bajo coste” está generando consecuencias cada vez más costosas, desde las repercusiones ambientales de la agricultura intensiva hasta la propagación de dietas poco saludables y la obesidad. Las diversas políticas que afectan a los sistemas alimentarios deben reformarse urgentemente para hacer frente al cambio climático, detener la pérdida de biodiversidad, frenar la obesidad y hacer que la agricultura sea viable para la próxima generación.
El informe plantea las reformas políticas agrupadas en cinco objetivos, que representan cinco cambios de paradigma que deben llevarse a cabo en paralelo para construir sistemas alimentarios sostenibles en Europa:
OBJETIVO 1. GARANTIZAR EL ACCESO A LA TIERRA, AL AGUA Y A LOS SUELOS SALUDABLES: La UE debería crear un Observatorio Europeo de la Tierra para monitorear los mercados de tierras, promover los derechos de tanteo para los jóvenes agricultores agroecológicos, asignar los pagos de la PAC según un rango de criterios (no solo el tamaño de la granja) y avanzar hacia la protección integral de los recursos naturales bajo una Directiva sobre el Suelo y la Tierra.
OBJETIVO 2. RECONSTRUIR AGRO-ECOSISTEMAS SANOS Y RESISTENTES / RESILIENTES AL CLIMA: Las políticas de PAC, Investigación, Innovación y Extensión deben reorientarse urgentemente hacia sistemas agroecológicos diversificados de bajos insumos. Esto significa introducir una ‘prima de agroecología’ en toda la UE como una nueva logica/base para los pagos de la PAC, incentivando las leguminosas fijadores de nitrógeno, los pastizales o pastos permanentes y la agrosilvicultura, implementando servicios de asesoramiento agrícola independientes, promoviendo el intercambio de conocimientos de agricultor a agricultor y, finalmente, eliminando el uso rutinario de insumos químicos.
OBJETIVO 3. PROMOVER DIETAS SUFICIENTES, SALUDABLES Y SOSTENIBLES PARA TODOS: Las dietas poco saludables/malsanas están provocando una epidemia de obesidad y una explosión de enfermedades no transmisibles: la principal causa de muerte en Europa. Mejorar las dietas requiere la realineacion una serie de políticas, desde la planificación urbana hasta los impuestos a los alimentos y las reglas de comercialización, para crear entornos alimentarios en los que la opción saludable sea la más fácil. La UE debería exigir a los Estados miembros que desarrollen Planes Nacionales de Dieta Saludable como condición para desbloquear los pagos de la PAC.
OBJETIVO 4. CONSTRUIR CADENAS DE SUMINISTROS MÁS JUSTAS, CORTAS Y TRANSPARENTES: La estandarización, la consolidación y la globalización de las cadenas de suministro han tenido un costo importante para los agricultores (que enfrentan altos costos y una proporción de valor decreciente), los trabajadores del sector de alimentos (cuyas condiciones de trabajo se ven afectadas negativamente), el medio ambiente (a través de una explosión de desperdicios de alimentos y embalajes), y la salud del consumidor (a través de exposiciones a sustancias químicas en alimentos / envases). La pérdida de pequeñas granjas, empleo rural y las instalaciones de procesamiento regional han provocado un declive rural más generalizado.
OBJETIVO 5. PONER EL COMERCIO AL SERVICIO DEL DESARROLLO SOSTENIBLE: se requieren medidas urgentes para eliminar los incentivos de la PAC que distorsionan el comercio, para fortalecer las cláusulas de sostenibilidad en los acuerdos comerciales, hacer que los importadores de alimentos sean responsables de garantizar que sus cadenas de suministro estén libres de deforestación, apropiación de tierras y violaciones de derechos (“diligencia debida”), eliminar las protecciones de los inversores en los acuerdos comerciales y proporcionar mecanismos de quejas accesibles para los agricultores y la sociedad civil. En última instancia, los acuerdos de libre comercio deben ser reemplazados por acuerdos de comercio sostenible, es decir, un nuevo modelo en el que la liberalización del comercio ya no sea el objetivo principal.