Artículo del ingeniero brasileño Sergio Barbosa publicado por ALAI en el que analiza el impacto de la crisis alimentaria y del cambio climático en la realidad del hambre y comenta quién ha tenido beneficios en esta situación de crisis. Mientras se discute en Copenhague cómo reorganizar las actividades humanas que aceleran los cambios climáticos en escala planetaria y ponen en riesgo la vida de gran parte de los habitantes de la Tierra, no se puede mantener en segundo plano la cuestión del hambre, que volvió a expandirse en el mundo a partir de 2005.
El sistema de suministro de alimentos dominante en el mundo demuestra ser un poderoso combustible para el calentamiento global. Se estima que un tercio de los gases de efecto invernadero devengan de la agricultura y de la pecuaria, básicamente, como resultado del uso intensivo de adobos químicos derivados del petróleo, de la expansión de la industria de la carne y de la destrucción de la cobertura vegetal para producción de mercaderías agrícolas, transportadas a distancias cada vez mayores: es fácil comprar arroz hindú en un supermercado brasileño, así como limón mexicano en una ciudad del interior de Francia. Se debería preguntar a quién le interesa un sistema productivo que deja mil millones de personas en situación de penuria alimentaria y que contribuye con el calentamiento global.
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Hambre y calentamiento del planeta
17/12/2009
Artículo del ingeniero brasileño Sergio Barbosa publicado por ALAI en el que analiza el impacto de la crisis alimentaria y del cambio climático en la realidad del hambre y comenta quién ha tenido beneficios en esta situación de crisis.