El acceso a una alimentación suficiente y adecuada resulta afectada por las desigualdades que emergen de un sistema alimentario injusto y de las condiciones actuales de vida. Frente a ello, el Global Nutrition Report 2020 propone el concepto de equidad nutricional, para lo cual analiza la carga global de la malnutrición con la lente de la equidad para desarrollar una más completa y profunda comprensión de las desigualdades nutricionales. Propone una agenda pro-equidad que transversalice la nutrición en los sistemas alimentarios y en los sistemas de salud.
Las tendencias que presenta el informe son claras: el progreso hasta ahora es demasiado lento para alcanzar los compromisos globales sobre nutrición, hasta tal punto que no hay un solo país que esté en camino de alcanzar las diez metas globales de nutrición 2025 y solo 8 de 194 países están en camino de cumplir 4 de esas metas. El informe señala también una importante desigualdad urbano-rural en determinados indicadores nutricionales.
Las dietas nutricionalmente pobres provocan resultados de malnutrición, con una importante carga de salud, económica, social y ambiental. Para hacerle frente de una forma equitativa, hay que poner el foco en alimentación y salud.La gente debe poder hacer elecciones alimentarias saludables; la mayoría de la gente simplemente no tiene acceso económico a una dieta sana, mientras que los alimentos ultraprocesados son más baratos. Por ello es necesario repensar los sistemas alimentarios. Y desde el punto de vista de los sistemas de salud, es necesario que las personas que padecen enfermedades relacionadas con la malnutrición tengan acceso a una atención adecuada.