La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y Global Environment Facility (GEF, por sus siglas en inglés) han publicado un informe bajo el nombre Alimentando a la gente, protegiendo el planeta, en el que de forma sencilla se muestra el estado de nuestro planeta y las acciones que están surgiendo por todo el mundo para revertir una situación que cada vez tiene una mayor urgencia.
Actualmente se producen alimentos para un número mayor al de la población actual; sin embargo, aún 815 millones de personas son víctimas del hambre y 2.000 millones de personas sufren deficiencias de micronutrientes. Por otro lado los recursos naturales están siendo sobreexplotados y gran parte se debe a la producción de alimentos. Un tercio de la tierra se ha degradado, hay una sobreexplotación de los mares, los bosques están siendo deforestados y dentro de siete años 2.000 millones de personas podrían vivir en países o regiones con escasez de agua.
La asociación entre la FAO y el GEF pretende paliar los efectos de estos problemas que ponen en peligro la vida de millones de personas. Ambas organizaciones dan apoyo a los diferentes países para abordar las causas de la pobreza y de la degradación de los recursos naturales, ya que el medio ambiente, la biodiversidad y los ecosistemas son básicos para lograr la seguridad alimentaria. Concentran su trabajo en cinco áreas focales: biodiversidad, cambio climático, degradación de la tierra, aguas internacionales y productos químicos.
Ambas organizaciones responden mediante sus acciones a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, reconociendo el nexo crítico que existe entre agricultura y medio ambiente, para garantizar la seguridad alimentaria de las generaciones presentes y futuras.
Según este informe, se estima que en el año 2050 la producción de alimentos deberá ser un 50 % mayor para alimentar a una población creciente, pero la producción deberá ser sostenible y respetuosa con los ecosistemas. La alianza entre FAO y GEF está llevando a cabo 187 proyectos en 123 países de todo el mundo que promueven el mantenimiento de la calidad del agua; formación y rehabilitación de suelos; control de la erosión; secuestro del carbón; protección de la biodiversidad; el fortalecimiento de la resiliencia a cambios y shocks; la provisión de especies para el medio silvestre; el control biológico de plagas; y la polinización.