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Las 5 "C" que transformarán el sistema alimentario

A partir de las reflexiones realizadas hace unos días en el EAT Fórum de Estocolmo, se presentan cinco recomendaciones
Imagen del EAT Forum de Estocolmo

1. COMISIONES: Se deben establecer para permitir el intercambio de opiniones entre expertos de diversas características en el sector –científicos, organizaciones internacionales, gobiernos, empresas, ONG etc.– con el fin de identificar las políticas óptimas que incentiven una dieta sana y que persigan la erradicación de la malnutrición. La presidenta y fundadora de la Fundación EAT, la Dra. Gunhild A. Stordalen, recalca que el cambio climático, la migración y la pobreza son temas muy tratados en la agenda internacional, y en todos ellos influye la alimentación, por ello es necesario que la alimentación sea un tema prioritario, puesto que un cambio en este sistema será la única forma de buscar solución a diversos problemas.

2. CIUDADES: Hoy en día, la mayor parte de la población mundial vive en ciudades y se prevé que esta tendencia irá en aumento. Aunque los políticos defienden públicamente una alimentación saludable, a la hora de establecer medidas que la favorezcan, estos suelen involucrarse poco, puesto que su prioridad es no perder el apoyo de los amantes de la comida basura y sobre todo contentar a las ricas multinacionales de este sector. No obstante, es preciso que estos políticos sopesen el coste humano, de salud y medioambiental que supone permitir este sistema de alimentación; e incentivar mediante políticas y ayudas que la comida producida sea sana y sostenible.

3. COMPAÑIAS: La comida basura es un negocio en auge en nuestra sociedad. No obstante, la presidenta de EAT defiende que los empresarios deben defender un negocio que vaya más allá de los beneficios económicos a corto plazo, hacia un modelo que favorezca a la salud de los consumidores y el medio ambiente; y que pueda ser sostenible a largo plazo.

4. COCINEROS: Los chefs, que se comunican con los consumidores a diario deberían utilizar su influencia para guiarles hacia una dieta sana y saludable, es decir, deberían ser una referencia sobre los patrones óptimos de alimentación.

5. CONSUMIDORES: Cambiar los hábitos alimentarios, en última instancia, radica en todos nosotros. Por ello, debemos considerar cuáles son los alimentos más saludables para nosotros y más sostenibles para el medio ambiente antes de elegirlos para nuestro consumo.