La economía de los ecosistemas y la biodiversidad para la agricultura y la alimentación (TEEBAgriFood) está evaluando la realidad de los sistemas altamente complejos de ecoagroalimentación. Este sistema tan complejo está formado por varias partes, por un lado se encuentran los sistemas de producción agrícola que se basan en complejos circuitos de retroalimentación biológica y climática a nivel local, regional y mundial. Por otro lado, están los sistemas sociales y económicos que transforman la producción agrícola en alimentos y la entregan a las personas. Además, las tecnologías, la información y la cultura están continuamente remodelando la producción, la distribución y el consumo. Al final, el estado de muchas dimensiones del bienestar humano, incluida la salud de las personas y del planeta, está determinado por estos diversos sistemas alimentarios interconectados y las elecciones de los consumidores dentro de estos sistemas.
La mayoría de las investigaciones científicas se centra en las partes o subsistemas de estos sistemas ecoagroalimentarios. Sin embargo, se presta muy poca atención a la conexión que existe entre ellas para lograr una comprensión integral de la realidad. Los impactos sociales y ambientales a lo largo de las cadenas de valor no se consideran ni valoran lo suficiente, especialmente si son económicamente invisibles. Y es que un sistema ecoagroalimentario sostenible solo puede lograrse si las dimensiones social y ambiental también se toman en serio, además de la dimensión económica. Los enfoques de silo limitan la capacidad para lograr una comprensión integral de la naturaleza y solo llevan a que cada vez haya un mayor número de políticas, programas y estrategias que no contemplan todos los posibles problemas, cuando lo que realmente se necesita es un marco holístico que permita la integración de partes individuales en una imagen nueva y completa.
TEEBAgriFood proporciona ideas, a través del diseño y el uso de su marco de evaluación, que permite reunir todos los conocimientos disponibles para mejorar la comprensión de los sistemas que son vitales para todos. El marco no solo agrega valor sino que distingue los valores intermedios de los finales, y los capitales de sus contribuciones a los sistemas ecoagroalimentarios. Además, nos permite incluir en el análisis cuestiones sociales, culturales y de comportamiento, así como preocupaciones sobre la resiliencia, teniendo en cuenta tanto los valores monetarios como los no monetarios.
El marco identifica y caracteriza todos los elementos relevantes de nuestros sistemas ecoagroalimentarios, tienen presente que son heterogéneos, con variaciones significativas en cuanto a los tipos de productos, la naturaleza de los sistemas de producción y las cadenas de valor. Además, habrá diferentes propósitos y perspectivas para cada evaluación. Por lo tanto, el marco ha sido diseñado para proporcionar amplias categorías de todas las interacciones que pueden existir dentro de un determinado sistema ecoagroalimentario. Esto proporciona un punto de partida claro y común para todas las evaluaciones a medida que trabajan para identificar los elementos que son más relevantes en su contexto.
Lo que se pretende conseguir es que las políticas y objetivos internacionales empiecen a reconocer cada vez más las interrelaciones, en términos de impactos y dependencias, que los sistemas alimentarios tienen con nuestras economías, sociedades, salud y medio ambiente. En esta tarea, utilizar el marco y su lenguaje puede permitir que la próxima generación de investigación agrícola y alimentaria brinde una base más completa para la toma de decisiones.