El IFPRI (Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, por sus siglas en inglés) en su informe Global Food Policy Report 2020: Construyendo sistemas alimentarios inclusivos dedica un último capítulo a la ‘Transformación inclusiva para dietas más saludables’.
En los países de bajos y medianos ingresos está habiendo una rápida transformación en el sistema alimentario, de lo tradicional a lo moderno. En este capítulo se analiza cómo a medida que los países se urbanizan y aumentan los ingresos, los consumidores comienzan a exigir alimentos más diversos, convenientes y seguros.
Los cambios de la demanda de las personas consumidoras pueden generar cambios en todo el sistema alimentario, desde los agricultores hasta las cadenas de suministro o los hogares. Pero la pobreza y las desigualdades pueden dificultar el acceso a alimentos saludables. Muchos países lidian con el hambre persistente y a su vez con el aumento de las tasas de sobrepeso y obesidad.
Las personas encargadas de formular las políticas deben conocer qué políticas, inversiones y acciones pueden implementar para garantizar que los sistemas alimentarios se transformen de una manera saludable, sostenible y equitativa. Se necesitan enfoques específicos para cada país porque el sistema alimentario de cada país es único.
Los objetivos de las políticas deben cambiar de un enfoque en la seguridad alimentaria a dietas saludables y equilibradas. Hay que centrarse en el papel de la persona consumidora y llevar a cabo una buena recopilación de datos sobre cambios en las dietas. El desarrollo de pautas dietéticas puede aportar información sobre qué estrategias poner en marcha para abordar el aumento de la malnutrición.
Es necesario adaptar continuamente las políticas a medida que los sistemas alimentarios evolucionan para garantizar que promueven dietas saludables y que creen un entorno propicio de manera que los sistemas alimentarios sean inclusivos.