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Necesitamos sistemas agrícolas “nutrition-smart”

Es urgente reposicionar la agricultura en su adecuada escala de prioridades: la nutrición de la gente debe ser lo primero

Es urgente reposicionar la agricultura en su adecuada escala de prioridades: la nutrición de la gente debe ser lo primeroEs bastante habitual encontrar afirmaciones en el sentido de que las políticas agrícolas deben estar orientadas a incrementar la productividad, generar empleo y reducir la pobreza. Sin embargo, Howarth Bouis, economista colaborador del IFPRI, considera que, aunque estas ideas tienen su parte de razón, los sistemas alimentarios a nivel global están fallando porque han olvidado cuál es su fin primordial: la nutrición de la población.

A pesar de que hoy día se tienen datos del coste que implica el hambre oculta (la carencia de vitaminas y minerales en la alimentación), todavía 2.000 millones de personas la sufren. Por eso es necesario volver a reposicionar la agricultura como la fuente principal de una nutrición adecuada, a través de lo que la gente pueda cosechar y comer, es decir, hacer volver la agricultura a su finalidad primordial. Por eso, en su opinión, no es suficiente con que la agricultura sea sensible a la nutrición, sino que debe ser “nutrition-smart”, debe ser su principal orientación.

Nuestros sistemas alimentarios deben ser optimizados para proveer la mayor cantidad posible de nutrientes por unidad de cultivo que puedan ser producidos de forma sostenible, con una agricultura que pueda hacer frente al cambio climático.

Un aspecto central en esta revisión del modelo agrícola es la importancia de las dietas diversificadas para una adecuada nutrición. Los sistemas agrícolas han favorecido los cereales y los granos de manera que los aumentos de productividad que se han buscado con las revoluciones verdes se han orientado a proveer mayor cantidad de calorías para combatir el hambre. Sin embargo, se ha descuidado la provisión de otros alimentos más nutritivos (legumbres, hortalizas, etc.) que no han recibido la misma atención, su productividad ha disminuido y sus precios han subido, de manera que las poblaciones con menos recursos los consumen en menor cantidad. No podemos centrar los sistemas agroalimentarios en un aporte de calorías a través de pocos cultivos; es necesario impulsar sistemas diversificados que combinen adecuadamente los cereales con otros cultivos nutricionalmente importantes.Consulta el texto completo del artículo de H. Bouis (solo en inglés)