Noticias

Preocupante incremento del hambre en el Reino Unido

Ante el visible aumento del número de personas que acuden a los bancos de alimentos, distintos líderes religiosos han firmado una carta exigiendo a los políticos atacar el problema

Ante el visible aumento del número de personas que acuden a los bancos de alimentos, distintos líderes religiosos han firmado una carta exigiendo a los políticos atacar el problemaUn grupo de líderes religiosos han firmado una carta en la que solicitan al Gobierno y a la oposición poner medidas sobre las diferentes causas del hambre en Reino Unido, como los bajos salarios, la subida de los precios de los alimentos, la insuficiente red de seguridad que suponen las ayudas sociales y el alto número de desempleados, que ha alcanzado la tasa más alta de los últimos cinco años.

La carta coincide con los datos publicados por la mayor red de bancos de alimentos de Reino Unido, Trussel Trust, que muestran que más de 900.000 personas han recibido paquetes de alimentos durante los años 2012 y 2013, un aumento del 163%. Trussel Trust ha asegurado que la mitad de la ayuda se ha destinado a personas que sufren los recortes sociales, lo que supone un desafío para los ministros que han negado el vínculo que existe entre los recortes de las políticas sociales y el aumento del uso de los bancos de alimentos.

Es la segunda vez en dos meses que los líderes religiosos instan públicamente a que los políticos actúen sobre lo que consideran una “crisis nacional”. El pasado febrero un grupo de obispos escribieron al periódico Daily Mirror señalando que el primer ministro, David Cameron, tenía la obligación moral de poner medidas ante el creciente número de personas con hambre.

Uno de los arzobispos declaraba que esta nueva iniciativa intenta lograr que al menos el Gobierno reconozca que existe un problema real y que, a pesar de ser un país relativamente rico que se está recuperando económicamente, existe un número importante de familias que dependen de la asistencia alimentaria.

La carta está firmada por más de 40 obispos anglicanos y 600 líderes religiosos de diferentes confesiones cristianas y, aunque no está firmada por ningún representante musulmán, sí existen proyectos de ayuda alimentaria impulsados por una serie de mezquitas. Representantes del judaísmo firmaron al día siguiente una carta en la que invitaban al Gobierno a garantizar que no haya en Reino Unido personas que sufran el hambre.