El origen del problema del hambre no es la falta de alimentos. Es la falta de acceso a los mismos y la injusticia social, política y económica. Así lo demuestra, por ejemplo, el caso de América Latina y Caribe, región que exporta alimentos al tiempo que acoge a 52 millones de personas subnutridas.
José Graziano da Silva, director de la Oficinal Regional de la FAO para América Latina y Caribe, fue el encargado de presentar el pasado 27 de febrero en Madrid la campaña "América Latina y Caribe sin hambre 2025", una iniciativa del Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que pretende erradicar el hambre en estas dos regiones para esa fecha.
En América Latina hay 52 millones de personas subnutridas, lo que equivale al 10% de la población. La iniciativa América Latina y Caribe sin hambre 2025 fue lanzada por los gobiernos de Guatemala y Brasil en septiembre de 2005 durante la Cumbre Latinoamericana sobre Hambre Crónica. El objetivo de esta iniciativa es incentivar que los países de la región implementen políticas públicas que promuevan la erradicación del hambre para 2025. Para lograr esta meta es esencial un decidido compromiso político de parte no solamente de los gobiernos sino también de las sociedades nacionales en todos y cada uno de los países en la región.Y traducir ese compromiso en políticas públicas y programas, explicó.
Junto a Graziano da Silva, y en el marco de una mesa redonda titulada "El derecho a la alimentación", debatieron acerca de los programas de lucha contra el hambre y las políticas públicas al respecto Milagros Hernando, directora general de Políticas de Desarrollo, Carmelo Gallardo, coordinador del Programa Especial de Seguridad Alimentaria (PESA) de la FAO y Carlota Merchán, coordinadora de la campaña "Derecho a la alimentación. Urgente".
Ésta última afirmó que la situación de inseguridad alimentaria y desnutrición no se corresponde con la disponibilidad de alimentos. En la actualidad aproximadamente 854 millones de personas padecen hambre y desnutrición, de las cuales casi tres cuartas partes son pequeños productores, campesinos sin tierra, pescadores, comunidades indígenas que viven y trabajan en el medio rural, y al mismo tiempo, la FAO estima que en el mundo se producen alimentos suficientes para proporcionar 2.700 kilocalorías diarias a 12.000 millones de personas.
Es evidente, entonces, que la raíz del hambre del siglo XXI radica en la injusticia social, la inequidad en la distribución de los recursos y la exclusión política, social y económica. "Tres décadas después de la celebración en 1974 de la primera Conferencia Mundial de la Alimentación las cifras del hambre y la desnutrición apenas han sufrido mejorías. Sí ha habido avances importantes en zonas como el este asiático, en países como India o China, progresos que han enmascarado que el hambre y la desnutrición continúan siendo una lacra que afecta a uno de cada seis habitantes del planeta", abundó.
Derecho a la alimentación. Urgente" nace en septiembre de 2003 cuando las ongd Prosalus, Veterinarios Sin Fronteras y Cáritas, a las que después se une Ingeniería Sin Fronteras, constituyen un consorcio para sensibilizar sobre la necesidad de realizar de manera efectiva el derecho a la alimentación de todos.http://www.fao.org
Noticias
Presentada en Madrid la iniciativa de la FAO "América Latina y Caribe sin hambre 2025"
28/02/2007
El origen del problema del hambre no es la falta de alimentos. Es la falta de acceso a los mismos y la injusticia social, política y económica. Así lo demuestra, por ejemplo, el caso de América Latina y Caribe, región que exporta alimentos al tiempo que acoge a 52 millones de personas subnutridas.
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http://www.fao.org