Los ministros de agricultura de los países del G8 se reunirán del 18 al 20 de abril en Treviso, Italia. Es la primera vez que tiene lugar una reunión específica sobre agricultura al margen de la cumbre oficial de presidentes del G8.Además de los ministros de los países del G8 participarán los ministros de agricultura de los países del G5 (China, India, México, Brasil y Sudáfrica) así como los ministros de Australia y Argentina, ambos países del Grupo de Cairns y el ministro de agricultura de Egipto.
El propósito de la reunión es identificar una estrategia común para abordar la emergencia alimentaria mundial y el problema de los elevadísimos precios de las materias primas agrícolas. El punto de partida es la declaración sobre la seguridad alimentaria global publicada tras la reunión de los presidentes del G8 en julio de 2008 en Japón. El aspecto que más destacó de esta declaración fue la propuesta de crear una nueva alianza global para la agricultura y la alimentación en que participarían todos los actores implicados y se construiría sobre las instituciones existentes de Naciones Unidas.
En esta ocasión, además de la declaración, los ministros, debatirán los contenidos incluidos en el informe El reto global: reducir la emergencia alimentaria al que solo han tenido acceso los medios de comunicación. No obstante, lo que ha trascendido de dicho informe resulta preocupante.
La lucha contra el hambre se presenta como una cuestión de seguridad, no de justicia o de derechos humanos. Para los líderes del G8, la inseguridad alimentaria es una amenaza para la seguridad global. La falta de acceso a alimentos y a los recursos necesarios para producirlos, afecta gravemente a casi la mitad de la población mundial. La solución de la emergencia alimentaria debe contemplar las causas raíz que la provocan y no solo sus efectos. La crisis alimentaria no puede desvincularse de la crisis del modelo financiero internacional y del modelo de desarrollo en el que las personas excluidas son cada vez más numerosas.
Se prevé que en la reunión se avance en la construcción de la nueva alianza verdaderamente global para la agricultura y la alimentación. La campaña Derecho a la alimentación. Urgente considera que es necesario un proceso profundo de reforma de la arquitectura de la lucha contra el hambre en el marco de las instituciones de Naciones Unidas, así como adaptar las políticas y las instituciones para que realmente den respuesta a las causas del hambre y la inseguridad alimentaria.
Las estrategias globales de seguridad alimentaria deben fundamentarse en el apoyo a las políticas públicas nacionales, desde la concepción de la alimentación como un derecho humano y un enfoque de soberanía alimentaria.
El G8 no es un espacio multilateral, sino la reunión de los 8 países económicamente más poderosos del mundo. En el ámbito internacional, el marco de debate son las instituciones multilaterales en las que la toma de decisiones es por el sistema de un Estado, un voto favoreciendo la participación de otros actores implicados además de los Estados, especialmente los grupos vulnerables, los agricultores, agricultoras y las organizaciones de la sociedad civil.
En este sentido, la decisión de crear nuevas estructuras de decisión para abordar la crisis alimentaria fuera de las instituciones multilaterales, margina a la mayor parte de los actores implicados más allá de los Estados miembros.
Urge una verdadera alianza global, en la que se garantice una amplia participación social en la puesta en marcha de políticas públicas que contemplen la Defensa del Derecho a la Alimentación