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"Todas las personas tienen derecho a una alimentación adecuada, segura, suficiente, saludable, nutritiva, y a no pasar hambre"

Principal conclusión de la Primera Cumbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Malnutrición
Imagen del hemicilo del Senado de España, en el que se desarrolló la CUmbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Malnutrición

Más de 200 legisladores/as de 80 países, reunidos en la sede del Senado de España, en Madrid, debatieron durante dos días en torno a los problemas del hambre, la malnutrición y la necesidad de construir sistemas alimentarios sostenibles y compartieron ideas y experiencias sobre medidas legislativas y políticas para ello.

La Declaración Final de la Primera Cumbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Malnutrición pone el derecho humano a la alimentación adecuada en el centro de todos estos debates, reconociendo que su realización tiene un papel clave en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, agenda con la que se declaran comprometidos/as.

En esta declaración se manifiesta la preocupación por los retrocesos de los últimos años y la alarma por la triple carga de la malnutrición (desnutrición, hambre oculta y sobrepeso/obesidad), "que es un problema del que no se escapa ningún país y que es imperativo eliminar". Para ello, se señala la necesidad de una transformación sostenible de los sistemas alimentarios.

La declaración subraya el papel vital como parlamentarios para lograr el Hambre Cero y hacer realidad el derecho a una alimentación adecuada para todos a través de la legislación, la supervisión de las políticas y las asignaciones presupuestarias, así como la sensibilización sobre estos temas y sus causas en nuestras circunscripciones, y fortalecer la voluntad política necesaria para revertir el curso actual y garantizar el Hambre Cero para el año 2030 y que todos puedan alimentarse con dignidad.

Para ello, los/as participantes declaran que procurarán estimular la adopción de legislaciones, políticas y programas para mejorar y asegurar un acceso sostenible a una dieta saludable, especialmente a través del apoyo a la agricultura familiar y la producción sostenible de alimentos, así como de medidas sensibles al género, de reducción de la pobreza, empleo decente y protección social para empoderar a los más vulnerables, como medio para alcanzar el Hambre Cero y lograr el derecho a una alimentación adecuada; y recomiendan prestar una atención especial a la provisión de asignaciones presupuestarias adecuadas, predecibles y sostenidas para alcanzar el Hambre Cero y hacer realidad el derecho a una alimentación adecuada para todos.