Como parte de la serie de informes sobre el estado del mundo que cada año elabora la FAO, el titulado "Regional Overview of Food Security and Nutrition in Europe and Central Asia 2018" analiza las tendencias de diferentes tipos de malnutrición en nuestra región.
Aunque las cifras de hambre en esta región están muy por debajo de la media mundial, en la Unión Europea hay aproximadamente un 1,5% de población en situación de inseguridad alimentaria severa. Además, desde 2014 las cifras de hambrientos en la región han crecido cada año tanto en términos relativos como en porcentaje de la población.
Sin embargo, el informe señala que la principal preocupación es el crecimiento del sobrepeso y la obesidad, provocado principalmente por dietas desequilibradas y vida sedentaria, de manera que se produce un desequilibrio de energía alimentaria entre calorías consumidas y calorías gastadas. Este incremento de la obesidad es un gran factor de riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares, problemas musculo-esqueléticos, diabetes y algunos tipos de cáncer.
Según los datos aportados por el informe, en la UE-28, el porcentaje de adultos obesos (índice de masa corporal igual o superior a 30) se incrementó de 18,1% en 2000 a 25,4% en 2016