El Banco Mundial ha publicado recientemente su informe anual Enabling the Business of Agriculture 2019 (Facilitando los negocios en la agricultura, EBA, por sus siglas en inglés) que este año presenta cambios muy significativos, según The Oakland Institute.
The Oakland Institute está formado por expertos que analizan temas de comercio, desarrollo, derechos humanos, democracia y agricultura y lleva a cabo la campaña Our Land Our Business, apoyada por más de 280 organizaciones de todo el mundo, que durante años ha criticado las acciones del Banco Mundial que potencian la pobreza en las zonas rurales. El Banco Mundial desarrolla diferentes programas para atraer capital, hacer negocio y promover la agricultura industrial. Uno de estos proyectos es EBA, que incentiva que los sectores agrícolas de los países del Sur adopten la producción a gran escala, un hecho que afecta a las poblaciones locales que, en muchas ocasiones, ven violados sus derechos.
El cambio más significativo en la edición de este año es que el nuevo indicador de tierra, que prescribía privatizar la tierra y promovía la agricultura industrial a gran escala, no aparece. Este indicador de tierra se incorporó en el año 2017; según el Banco Mundial, este año no se ha incluido por estar todavía en desarrollo.
Otros asuntos que celebra The Oakland Institute, desde su posición crítica frente al proyecto EBA, es, por un lado, que en este informe se reconoce la importancia de los derechos consuetudinarios sobre la tierra y anuncian que proteger estos derechos debería ser "una prioridad de desarrollo"; y por otro lado, el hecho de que el equipo de EBA ya no cuenta con 50 personas sino que hoy solo 12 se encargan del mismo. En estos años, en los que ha estado vigente la campaña Our Land Our Business, los gobiernos danés y holandés retiraron su financiación de EBA en el año 2016; el Reino Unido redujo su financiación casi a la mitad en los últimos tres años y no es seguro que continúe más allá de diciembre del 2019.
Según The Oakland Institute, la suspensión de este indicador es una victoria que deben celebrar todas las organizaciones de la sociedad civil que forman parte de la campaña y que se han movilizado contra la privatización de la tierra. Todavía queda un largo camino por recorrer para lograr que los agricultores familiares, pastores y pueblos Indígenas no sufran la violación de sus derechos, pero este ha sido un gran paso para la Campaña Our Land Our Business.