Los alimentos son un bien fundamental que hay que proteger como un derecho fundamental. En este artículo se presentan algunos de los obstáculos que este derecho debe conseguir superar para ser reconocido por los estados como un derecho subjetivo de toda persona. Y ante las insuficiencias y límites de la vía de la justiciabilidad se aboga por una esfera pública sólida y activa que impulse el respeto y la protección del derecho a la alimentación.
(Artículo de Héctor Silveira Gorski, Universidad de Barcelona)