En España los inviernos resultan cada año más calurosos. Este último ha sido el más cálido de los últimos ocho años y el octavo desde 1971. De hecho, la temperatura media de todo el país ha alcanzado los 8,78 grados centígrados, lo que supone un grado por encima de lo habitual, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) que considera la estación más fría del año los meses de diciembre, enero y febrero, aunque oficialmente la primavera se inaugure el próximo 21 de marzo.
El calor de este invierno ha supuesto nuevos récords de temperaturas medias en algunas provincias. Galicia y la zona cantábrica son las regiones que más han acusado las anomalías. El calor apretó sobre todo durante el mes de febrero, el más cálido de los tres analizados por la AEMET. En el norte, la temperatura aumentó tres grados por encima de los valores normales. En A Coruña, por ejemplo, se batió el récord de temperaturas medias de febrero de los últimos 80 años, registrándose una media de 14,1 grados, seis décimas por encima de la anterior máxima. En ese mes, lo mismo ocurrió en Sevilla (15,3 grados de media) y en Córdoba (13,6).
Sin embargo, en enero fueron otras regiones tradicionalmente frías las que rebasaron los máximos de temperaturas medias. Por ejemplo, Ávila (6 grados), Cáceres (9,7), Cuenca (7,1) y zonas del interior de la Península, donde los termómetros subieron dos grados por encima de lo normal. No obstante, diciembre fue frío, 0,5 grados por debajo de lo habitual, sobre todo en la cuenca del Duero y Extremadura.
Estas temperaturas han venido acompañadas de escasas lluvias. Según AEMET, este invierno ha llovido la mitad de lo normal y durante el año hidrológico (de octubre a febrero) un 40% menos. Las regiones más afectadas se encuentran en el Cantábrico, las cuencas del Duero y Ebro, y puntos de la zona centro y Baleares. Sólo en el norte de la Comunidad Valenciana se ha registrado un invierno húmedo.