El cultivo de soja en Brasil aumentó un 20% en la región Norte y un 7,9% en el Nordeste y las proyecciones a futuro señalan una mayor necesidad de expansión, con el consiguiente coste medioambiental.Repórter Brasil divulgó, el último jueves (24), el primer volumen del estudio "El Brasil de los Agrocombustibles - Impactos sobre la tierra, el medio y la sociedad", sobre Soja y Mamona. El objetivo es hacer un seguimiento de los impactos socioeconómicos, ambientales, territoriales, laborales, sobre comunidades indígenas y tradicionales causados por cultivos utilizados en la producción de agroenergía.
En la primera etapa, en la que diez estados brasileros fueron visitados, se constató que el aumento de los monocultivos, sea para la producción de biocombustibles, sea para abastecer el mercado externo, está intensificando la deforestación, contaminando los ríos, aumentando la concentración de la tierra y la explotación del trabajador, principalmente en regiones del Cerrado y de la Amazonia.
El cultivo de soja en Brasil aumentó un 20% en la región Norte y un 7,9% en el Nordeste y las proyecciones a futuro señalan una mayor necesidad de expansión.
De acuerdo con el estudio, "cuencas hidrográficas fundamentales para la sociobiodiversidad brasileras están amenazadas por la siembra indiscriminada de soja en tierras que, por ley, deberían tener su vegetación preservada, como las matas ciliares. También enfrentan los problemas traídos por la contaminación de sus ríos, cuyas nacientes se encuentran en áreas de agricultura, como ocurre en el Parque Indígena del Xingú".
El efecto negativo de los monocultivos aflige también los derechos laborales. La "lista sucia" del trabajo esclavo del Ministerio de Trabajo y Empleo, del año pasado, muestra que el 5,2% de las haciendas donde fueron encontrados trabajadores en situación de esclavitud eran productoras de soja. Esos trabajadores son reclutados para la limpieza del suelo.
Además, los impactos laborales se sienten por la baja generación de empleo y por los accidentes de trabajo. La industria de la soja trabaja con mecanización de la producción -de uno a cuatro empleos directos por cada 200 hectáreas-; lo que lleva a accidentes relacionados con la operación de máquinas y por el uso de agrotóxicos. Sólo en 2005, 6.870 personas que viven alrededor de regiones productoras de soja buscaron servicios de salud a causa de contaminación.
Para el estudio, el proceso de expansión de la soja, basado en un modelo de grandes propiedades mecanizadas, incentiva la concentración de tierra y el éxodo rural. El número de propiedades rurales dedicadas a los granos cayó un 42% en una década, mientras que la producción de soja aumentó. La misma también fue responsable de por lo menos cuatro de los 16 conflictos agrarios en el Estado de Mato Grosso en 2007, y de 18 de los 38 en Paraná.
Los especialistas que elaboraron el estudio alertan: "la opción por los agrocombustibles no va a hacer nacer el hambre en el mundo, ya que ya afecta a cientos de millones de personas diariamente, pero ciertamente agravará el cuadro".
En relación con la mamona, el proyecto de incentivo de su producción todavía no ha resultado en relación con los pequeños agricultores. De acuerdo con los elaboradores del estudio, "a pesar de los esfuerzos gubernamentales para popularizar el cultivo de la mamona, su cadena productiva todavía está muy enganchada con los proyectos privados de la industria de biodiesel y distante de las necesidades de la agricultura familiar".
Noticias
La soja transgénica deforesta diez estados brasileños
05/06/2008
El cultivo de soja en Brasil aumentó un 20% en la región Norte y un 7,9% en el Nordeste y las proyecciones a futuro señalan una mayor necesidad de expansión, con el consiguiente coste medioambiental.