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España ocupa el quinto lugar entre los países importadores de semillas

La Oficina Española de Variedades Vegetales destaca la importancia de las semillas como eslabón de la cadena alimentaria.

La Oficina Española de Variedades Vegetales destaca la importancia de las semillas como eslabón de la cadena alimentaria.La Universidad Internacional Menéndez Pelayo ha organizado un curso de verano sobre recursos filogenéticos para la alimentación y la agricultura en el cual ha participado Ernesto Ríos, Director de la Oficina Española de Variedades Vegetales del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Ríos ha destacado el papel primordial que juegan las semillas como primer eslabón de la cadena alimentaria, factor de producción y de valor estratégico de recursos fitogenéticos en la seguridad alimentaria mundial, tanto para su uso directo como para la creación de nuevas variedades vegetales.

El Director de la Oficina Española de Variedades Vegetales ha resaltado que la variedad es uno de los factores claves, ya que genera competitividad en las exportaciones agroalimentarias. De este modo se ha conseguido que estén reconocidas en el Registro español de Variedades Comerciales más de 4.000 variedades correspondientes a 128 especies. España ocupa el quinto lugar entre los países importadores de semillas, habiendo superado los 400 millones de euros en 2007, las principales importaciones son hortícolas, aunque también destaca el incremento de exportaciones de plantones de frutales, especialmente cítricos, y de olivos y esquejes de vid.

Ríos destacó la importancia de la normativa española sobre semillas, plantas de vivero y recursos filogenéticos. Se trabaja en su desarrollo desde hace dos años especialmente en el Reglamento de productores de semillas y plantas de vivero, además de la constitución de la Mesa Nacional de Lucha contra el Fraude, que podría iniciar sus actividades en la campaña 2008/2009. El Director de la Oficina Española de Variedades Vegetales insiste en la necesidad de crear iniciativas como la promovida por las agencias de Naciones Unidas especializadas en el ámbito agroalimentario (FAO. FIDA y PMA). Su ayuda se centra en el suministro de medios de producción, a propietarios ó arrendatarios de explotaciones menores de dos hectáreas.