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“No podemos detener las sequías pero podemos detener el hambre”

La reunión de seguimiento de la situación en el Cuerno de Africa insiste en la necesidad del enfoque de doble vía

La reunión de seguimiento de la situación en el Cuerno de Africa insiste en la necesidad del enfoque de doble vía Ayer 18 de agosto se celebró en Roma esta reunión convocada por la FAO como continuación a la que se celebró el 25 de julio. Según la información difundida por esta agencia de Naciones Unidas, una de las principales conclusiones de la reunión es que hay que trabajar por un lado en atender a las necesidades urgentes de socorro, pero también hay que atacar las causas profundas del problema y fortalecer la resiliencia de la población afectada frente a crisis futuras. Para ello han apremiado a la comunidad internacional a que continúe prestando su apoyo a las operaciones para salvar vidas en el Cuerno de África.

En el encuentro participaron ministros de agricultura de países del Cuerno de África, ministros y representantes de los estados miembros de la FAO, la Unión Africana, la presidencia del G20 (Francia), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el representante del Secretario General de la ONU, Oxfam y muchas otras organizaciones internacionales y de la sociedad civil.

"Alimentar a los hambrientos no acaba con el hambre, a menos que ayudemos a la gente a asegurarse un futuro. Si los donantes, las agencias de desarrollo y los gobiernos no se preocupan por el medio y largo plazo, este tipo de tragedias volverá a producirse", señaló la Vicepresidenta del FIDA, Yukiko Omura. "No podemos detener las sequías -añadió-, pero podemos detener el hambre. Para hacerlo necesitamos invertir en los pequeños campesinos del mundo, de forma que puedan alimentar a sus comunidades y sus familias".

"Lo que sufre hoy el Cuerno de África es una manifestación de hasta qué punto los medios de subsistencia en este continente son tremendamente vulnerables a las crisis. De ahí la necesidad de ocuparse de esta vulnerabilidad y de las economías de las comunidades y países", aseguró Tumusiime Rhoda Peace, Comisaria de Economía rural y Agricultura de la Unión Africana. Mientras que la crisis en el Cuerno de África fue provocada por la sequía, los conflictos y los precios elevados de los alimentos, las causas subyacentes de la vulnerabilidad de la región a estas perturbaciones se hallan en la falta de inversiones en agricultura y una gestión incorrecta de los recursos naturales.

Entre las medidas específicas de carácter inmediato presentadas como prioritarias en los debates, se incluyen:





Garantizar que se cubren las necesidades de ayuda alimentaria para salvar vidas y que se aumenta el apoyo a la nutrición 



Salvaguardar al ganado que ha sobrevivido para proteger la seguridad alimentaria de los pastores 



Salvar la próxima temporada de siembra, que comienza en octubre, garantizando que los campesinos tengan acceso a insumos como semillas, fertilizante y agua para el riego. 



Extender los programas de "dinero en efectivo por trabajo", que permiten a la población comprar alimentos en los mercados locales y evitar la venta de activos

La reunión subrayó también la importancia vital de apoyar acciones destinadas a atacar las causas últimas de los problemas en el Cuerno de África:





Proteger y restablecer los recursos de las tierras degradadas 



Mejorar las gestión de los recursos hídricos y extender el riego (tan sólo el uno por ciento de las tierras en el Cuerno de África son de regadío, frente al 7 % de media en África y el 38 % en Asia) 



Mejorar las prácticas de manejo de animales, plantas y pastizales de los pequeños campesinos para hacerles menos vulnerables a los imprevistos y las variaciones del clima 



Fortalecer los servicios comunitarios de sanidad animal 



Identificar alternativas viables y aceptables para los medios de subsistencia pastoriles

El apoyo para este tipo de actividades debería ser un esfuerzo sostenido y de varios años, asociado a mejoras en servicios básicos como la educación, sanidad y agua potable, según los participantes.