¿Qué tipos de conocimiento y análisis son necesarios para impulsar esta transición?
1. Holístico y sistémico: El hambre, la obesidad, la degradación ambiental, la pérdida de biodiversidad, las presiones sobre los medios de vida de las familias campesinas, la erosión cultural, la explotación laboral y otros problemas de los sistemas alimentarios están estrechamente interconectados. Se necesita un pensamiento sistémico y una visión holística para identificar estos problemas y encontrar soluciones integradas y potenciales palancas de cambio.
2. Sensible a las relaciones de poder: El análisis de los sistemas alimentarios no debe ignorar la diferencia de poder entre los actores para influenciar a los tomadores de decisiones y establecer los términos del debate para la reforma. Las relaciones de poder y la economía política de los sistemas alimentarios deben estar en el foco de atención.
3. Multidisciplinar: El conocimiento debe ser producido de forma conjunta con agricultores, trabajadores de la industria, consumidores, emprendedores y otros actores y movimientos sociales que tienen una comprensión propia de los sistemas alimentarios. Actores de diferentes sectores, como la salud pública, el medio ambiente y el desarrollo rural, también tienen mucho que aportar a este debate.
4. Implicación crítica: Las organizaciones de productores, vendedores al por menor y otros actores de la cadena alimentaria deben estar totalmente implicados en la definición y desarrollo de los sistemas alimentarios sostenibles. Los intereses de algunos actores del sector privado, en particular las empresas multinacionales del agronegocio, han estado normalmente alineados con los acuerdos políticos existentes, por ejemplo políticas que favorecen los sistemas de producción de materias primas y alimentos procesados orientados a la exportación.
5. Independiente: Ciencia y conocimiento no pueden ser forzados a encajar en los esquemas diseñados por los actores dominantes. IPES-Food es un panel totalmente independiente, sin vínculos organizativos o financieros con ninguna empresa, gobierno, agencia intergubernamental o grupo de presión.
¿En qué principios y valores deberían apoyarse los sistemas alimentarios sostenibles del futuro?
6. Sostenibles en todas las dimensiones: La sostenibilidad debe ser el punto de referencia para la reforma de los sistemas alimentarios y debe incluir dimensiones de sostenibilidad medioambiental, social, de salud, cultural y económica. Los sistemas alimentarios sostenibles deben proveer dietas que sean nutritivas, asequibles y culturalmente aceptables y deben garantizar la seguridad alimentaria del presente sin comprometer las posibilidades de garantizar las de las generaciones futuras.
7. Diversos y resilientes: Los sistemas alimentarios deben ser fundamentalmente reorientados en torno a principios de diversidad, multifuncionalidad y resiliencia. Este cambio es necesario en la agricultura para mantener los cultivos y los agro-ecosistemas a largo plazo, y debe ser complementado con la diversidad en las cadenas de abastecimiento y en los mercados para promover dietas variadas y nutritivas. La agroecología debe ser totalmente apoyada como una materialización de estos principios.
8. Democráticos y empoderadores: La toma de decisiones en los sistemas alimentarios debe ser democratizada de manera que empodere a los actores desfavorecidos y ayude a realizar los derechos humanos de todas las personas. incluyendo el derecho a la alimentación. El acceso a estos procesos no debe depender de cuestiones de género, edad, etnia o clase social. Las necesidades y puntos de vista de los pequeños agricultores, de las comunidades indígenas, de los consumidores desfavorecidos y otros grupos no deben ser ahogados por actores más poderosos y visibles.
9. Social y tecnológicamente innovativos: La transición a sistemas alimentarios sostenibles requiere procesos de cambio complejos y holísticos en los cuales la innovación social juega un papel tan importante como la innovación tecnológica, y se extiende desde las prácticas de distribución alimentaria y venta al por menor hasta los modos de producción. No se debería dar por supuesto que los impactos de las iniciativas de innnovación serán beneficiosos, deberían ser continuamente evaluados.
10. Adecuadamente medidos: Se deben desarrollar nuevos indicadores de progreso para medir los beneficios de sistemas alimentarios equitativos, resilientes, diversos y nutricionalmente ricos en formas que el crecimiento de la productividad, la disponibilidad neta de calorías y otras medidas existentes no hacen. Los esfuerzos y las iniciativas para impulsar sistemas alimentarios sostenibles deberían ser evaluadas con una perspectiva de mejora continua; se debe establecer claramente la rendición de cuentas para hacer cumplir sus compromisos a los actores.