Se estima que en este momento hay más de 60 millones de afectados por el fenómeno de El Niño –sequía extrema- y que por ello, están en riesgo de padecer inseguridad alimentaria. Además, estas personas y muchas otras están amenazadas por la llegada de La Niña, fenómeno con efectos contrarios, inundaciones donde El Niño dejó sequías y sequías donde dejó inundaciones. Estos fenómenos climáticos extremos tienen un gran impacto en la agricultura, que es, en la mayoría de los casos, el medio de vida de las regiones afectadas, por lo que, si no se actúa correctamente, la pobreza e inseguridad alimentaria se incrementan de forma exponencial.
Naciones Unidas prevé que si no se establecen las acciones necesarias, la cifra de afectados -teniendo en cuenta El Niño y La Niña- podría sobrepasar los 100 millones. Por ello, la ONU solicita una mejor y mayor preparación frente a este fenómeno climático que se avecina. Para que estas medidas sean efectivas, se requiere acción y coordinación internacional y nacional. Por esta razón, miembros de la comunidad internacional – FAO, FIDA y PMA- se han reunido para coordinar su respuesta en apoyo a los gobiernos afectados. En esta reunión también estuvieron presentes líderes políticos de los países damnificados.
En el encuentro se indicó la necesidad de proveer a estas regiones de ayuda humanitaria con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria y restablecer los medios de vida agrícola para la próxima temporada de siembra. Además, han destacado que podemos evitar futuras crisis si se invierte en estas comunidades para que puedan soportar futuros impactos climáticos.