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La urgencia de construir sistemas alimentarios inclusivos

El informe anual del IFPRI pone su foco en la necesidad de construir sistemas alimentarios en los que todas las personas estén inmersas

El IFPRI (Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, por sus siglas en inglés) ha publicado su trabajo anual Global Food Policy Report 2020 bajo el título ‘Construyendo sistemas alimentarios inclusivos’. Este informe revisa las principales tendencias, y cambios que afectan a la seguridad alimentaria y la nutrición en este año.

Ahora mismo nuestros sistemas alimentarios están pasando por un momento crítico. Los sistemas alimentarios están evolucionando para satisfacer la demanda creciente, pero no para satisfacer las necesidades de todas las personas. A medida que el mundo lucha contra la propagación de la pandemia de COVID-19 y la interrupción social y económica que está generando, la preocupación por el impacto que tendrá en los sistemas alimentarios está creciendo. Es demasiado pronto para saber el alcance de los efectos que tendrá la pandemia sobre la inseguridad alimentaria o la pobreza, pero es seguro que los/as más afectados/as serán las personas más pobres y vulnerables.
Para abordar el choque de esta pandemia, desde la cadena de suministro y las interrupciones comerciales hasta el desempleo severo y el aumento de los niveles de pobreza, es urgente implementar una protección social para los más vulnerables a corto plazo. 

Con muchos países cerrando fronteras y cerrando sectores enteros de sus economías para frenar la propagación del coronavirus, los medios de vida de las personas más vulnerables corren un riesgo mayor. Salvaguardar los medios de vida de las personas vulnerables requiere hacer que nuestros sistemas alimentarios sean más inclusivos.
El informe se divide en varios capítulos que tratan diferentes temáticas. El primero recalca la importancia de hacer que los sistemas alimentarios sean más inclusivos. 

En los siguientes capítulos se presta atención a grupos de personas a menudo excluidos de la plena participación en los sistemas alimentarios. El segundo habla sobre la pequeña agricultura y la población rural, donde las cadenas de valor del sistema alimentario deben ser inclusivas. El tercero y cuarto hablan sobre los jóvenes y las mujeres.

El quinto capítulo trata sobre las personas refugiadas y las afectadas por conflictos. Y el sexto habla sobre sistemas alimentarios nacionales que deberán transformarse para ser más inclusivos y lograr dietas más saludables.

Los últimos capítulos analizan las diferentes regiones: África, Oriente medio y norte de África, Asia central, Asia del sur, Asia oriental y sudoriental, América Latina y el Caribe.

En este informe se muestra que es fundamental que las políticas impulsen un crecimiento de las economías rurales. Los mercados de alimentos y las cadenas de valor se están expandiendo en África y el sur de Asia, ofreciendo nuevas oportunidades para promover el crecimiento agrícola y empleo. Invertir en las personas es fundamental para que los sistemas alimentarios funcionen para todas las personas. Ofrecer educación, capacitación, crédito, derechos de tenencia de la tierra y acceso a nuevas tecnologías a las personas excluidas y vulnerables, mejora sus vidas y fortalece los sistemas alimentarios y las economías en crecimiento.

Como explica el director general de IFPRI, Johan Swinnen, debemos actuar para que todas las personas, y las más vulnerables, puedan aguantar choques futuros.  Los sistemas alimentarios inclusivos son una parte esencial para construir un mundo más equitativo y estable. La propagación de COVID-19 ha puesto en evidencia lo vulnerables que somos ante choques globales y la necesidad de buscar una mayor inclusión para fortalecer nuestra resiliencia.