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2016 será fundamental para lograr un sistema alimentario sostenible

IFPRI ha publicado su informe anual en el que analiza la situación del sistema alimentario mundial en el pasado año y su contribución a la disminución de la desnutrición

IFPRI (Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, por sus siglas en inglés) ha publicado su informe anual Global Food Policy Report 2016.  Este informe revisa las principales tendencias, eventos y cambios que afectan a la seguridad alimentaria y la nutrición en el año 2015 y explora cómo el sistema alimentario mundial puede contribuir a reducir el hambre, la desnutrición y la pobreza garantizando al mismo tiempo el uso sostenible de los recursos naturales. Este trabajo considera que el año 2016 será fundamental para impulsar la realización de los compromisos mundiales y nacionales.

El informe señala que el año 2015 ha sido un año decisivo. Por un lado se ha asumido un compromiso global con el desarrollo sostenible que requiere a su vez de un cambio en el sistema alimentario mundial. Y por otro el 2015 ha sido un año muy relevante para la comunidad internacional sobre el desarrollo, ya que en el pasado año se ha puesto fin a los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM), un ambicioso programa para mejorar la vida de todas las personas en el mundo. Gracias a las metas recogidas en los ODM se lograron algunos avances como la reducción (alrededor de la mitad) de la pobreza extrema, la mortalidad infantil y el hambre. Pero, aunque el avance ha sido notorio, el progreso ha variado según la región, de manera que el hambre y la pobreza siguen afectando a millones de personas, siendo África la región más castigada.

El cambio climático amenaza el futuro y la seguridad alimentaria de un gran número de personas; por ello, la comunidad internacional se ha comprometido a asumir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que pretenden mejorar la vida de las personas sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades. El reto supone crear un sistema alimentario mundial que satisfaga las necesidades de todas las personas pero valorando el bienestar del planeta. Estos objetivos son globales e incluyen en sus acciones a los gobiernos nacionales, comunidades locales, el sector privado, los donantes de ayuda, investigadores, sociedad civil y otros socios.

Según este informe, el sistema alimentario debe cumplir una serie de características: debe ser eficiente, climáticamente inteligente, sostenible y nutricionalmente sano. Un sistema eficiente implica producir más alimentos utilizando el menor número de recursos. El reciente acuerdo de la OMC para poner fin a los subsidios a la exportación es, en opinión de IFPRI, un paso prometedor en esta dirección. Además, también hay más conciencia en relación a los alimentos perdidos durante toda la cadena alimentaria, como lo prueba el hecho de que se estén llevando a cabo iniciativas en todo el mundo para reducir estas pérdidas.

El sistema alimentario debe ser inclusivo, es decir, debe hacer llegar las oportunidades también a las personas pobres y marginadas, tales como pequeños agricultores, mujeres y jóvenes, que desempeñan un importante papel en la erradicación del hambre y la desnutrición.

Otra característica que debe incluir es la capacidad de adaptarse al cambio climático invirtiendo en tecnologías y políticas que vayan en ese camino, y ser a su vez sostenible, satisfaciendo de manera eficiente la demanda creciente de alimentos sin arriesgar los recursos naturales que son escasos. Esto se puede lograr, por ejemplo, promoviendo la salud del suelo y la gestión sostenible de la tierra o potenciando las energías renovables.

Actualmente dos mil millones de personas sufren deficiencias de micronutrientes, y 795 millones de personas están desnutridas, mientras que hay más de dos mil millones de personas con sobrepeso u obesidad. Por ello, según el informe, es necesario construir un sistema alimentario que proporcione dietas sanas y equilibradas a todos los habitantes del mundo.

Una última característica que debe incorporar el sistema alimentario es tener en cuenta al sector privado y así reactivar y mejorar la tecnología, la productividad y otros resultados, facilitando asociaciones entre el sector privado y organismos públicos, agencias de desarrollo y organizaciones civiles que potencien el sistema alimentario.

Este último informe de IFPRI considera que el sistema alimentario que se necesita debe valorar estas seis dimensiones señaladas, cuantificándolas y dando cuenta de los progresos logrados para mejorar el bienestar de las personas y el planeta y lograr paralelamente los ODS. Y aunque, como señala IFPRI, no se trata de un camino fácil, lo primero es entender qué es lo que queremos hacer.